Canarl según el mito Einherjar, es el primer vampiro.
La Saga de la Sangre
En un principio, en la oscuridad del vacío, Odin y los Æsir fueron paridos de los gigantes y los dioses antiguos. Matando a Ymir y takng tomaron Asgard como su hogar, los Æsir gobernaron sobre el Valhalla, en el hall del valiente, en la tierra más allá de los reinos de los mortales.
Muchas y variadas fueron las criaturas que vivían más allá del Oriente-Gard: Los elfos, los enanos, los trolls y los Jotunn; de vez en cuando estos seres entrarian en conflicto con los dioses, y en los días extraños que vendrían en la Tierra Media participarian en las obras de los hombres.
Odín el Tuerto, señor de los muertos y nigromante, vino a la Tierra Media con sus valquirias para encontrar guerreros para la guerra. Entre los muertos iba a escoger y elegir, tomando al más hábil y valiente para llevarlo al Valhalla, donde podria festejar y luchar hasta el Ragnarok, vino a reclamarlos en nombre de los dioses y a agitar el mundo. Con la lanza y sus runas Odin se dirigió a través de los campos de la muerte, buscando al guerrero que se quedaría con el Jotunn y forjaria el destino del nuevo mundo después del fin de la Tierra Media.
En los campos de una terrible batalla Odin encontró un guerrero de gran resistencia y tenacidad, donde la sangre
manchaba la tierra como hierro rojo. Sólo el "loco" solitario vivió, su cuerpo se nego a escuchar la llamada del cuerno de Heimdall.
Por su vitalidad y habilidad Odin marcó al guerrero moribundo; bajó junto al hombre que estaba en el suelo, le susurró a su oido que su espiritu moriria pero que nunca podria llegar al Valhalla."Canarl, es mi nombre" se quedó sin aliento al responder, "Llamado 'el bastardo', por mi familia, la cual me repudió. Luchare en muchos campos de batalla y nunca morire gracias a la marca de tu runa en mi frente"Odin miro la cabeza del hombre y vio la marca y sabía que sus palabras eran ciertas. Luego, con la visión de un ojo, Odin leyo los hilos del destino de Canarl.
"A medida que tu valor te acerque a la muerte, no moriras, seras firme contra los estragos del tiempo. Tu habilidad es poderosa, pero por mi mano serás más poderoso, derramado en este campo la sangre, hace que el suelo sea color rojo, como mi sangre, la cual pasare a ti y a través de ella tendras mucha mas fuerza. Se fuerte! Fortalecete como la empuñadura de una lanza! Por la marca de la runa en tu frente, nunca serás tocado por la edad: gobernaras el mundo"
Cuando Odin termino de hablar llevó su lanza, Gungnir, bajo la cara de Canarl, y desde su
punta salio la sangre roja brillante del dios. Tres gotas cayeron sobre los labios de Canarl, entraron en sus pulmones, atragantadolo en una batalla frenética; su cuerpo se retorcio y murió... y vivío!
Con
los poderosos pronunciamientos del destino y el poder de su sangre,
Odin dio a Canarl la eternidad, pero el destino exigió la saciedad. Odin el tuerto otra vez miro los hilos del destino y entonó las demandas de las Nornas.
"Este vínculo secreto que hicimos, nunca debe ser descubierto, huirás de la luz del sol y el fuego. No hay carne que te alimente, ni aguamiel que calme tu sed; Sólo la sangre de los hombres puede dar calor a tu seno. A partir de la sangre puedes multiplicarte. La sangre se ha derramado, y más sangre derramaras por tu cuenta y sólo al derramar la mayor cantidad de sangre será conocida tu grandeza."
Odin habló por última vez, esta vez despacio y con deliberación,
diciendo:
"Pero si rehusas tu destino, los Vanir vendran por ti, entonces esas seran tus noches
finales; al dejar a un lado la lanza y el hacha, no solo le conocerás la paz a los hombres sino a aquellos que se encuentran en Vanaheim. En palabras de los Vanir solo deben sobrevivir los guerreros que saben que tendran gloria y muerte en el Ragnarok, asi que no dejes de derramar sangre"
Odin se apartó de Canarl, elevó su lanza y llamó a sus cuervos. Canarl se levantó del suelo, a su izquierda puso su sangre en la boca de Ivar, su hijo, que luego se levantó; y a su derecha puso su sangre en la boca de Odindisa, su esposa, que luego se levantó; y frente a él puso su sangre en la boca del Eyjolf, su escaldo, que luego se levantó. Estos crearon los sacramentos de los muertos, y construyeron una ciudad en nombre de Odin.
Así lo dicen los nórdicos de Einherjar.
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