Se ha escrito mucho sobre ellos por parte de los fans, pero la gran
mayoría de lo que ha sido escrito es fruto de percepciones no del todo
maduras que no logran captar la esencia del vampirismo romántico.
Es
innegable que los Toreador representan en gran medida (nunca de forma
única) esa faceta erótica del vampirismo que muchos fans no acaban de
entender. La esencia Toreador va estrechamente unida al erotismo (en su
acepción más amplia) y al placer de los sentidos.
La maldición que pesa sobre su sangre, el don del auspex, y el erotismo
propio de la figura del vampiro se conjugan en este linaje para crear un
clan que no todo el mundo ha acabado por entender, quedándose en
multitud de chistes fáciles, estereotipados e inmaduros sobre ellos.
El
don del auspex representa (a su nivel mas bajo) el placer de los
sentidos, el tacto amplificado de la seda, la vista potenciada que capta
matices que son depreciados por la gente común, el olor de una doncella
excitada, el bello susurro de la noche... No es tanto unos
supersentidos de superheroe, como unos sentidos cuasipoeticos.
Durante
años, todos hemos conocido los típicos casos de Toreador que sucumben
bajo la belleza del arte debido a su defecto de clan, música clásica,
cuadros, esculturas, belleza fisica, incluso puestas de sol u otros
ejemplos quizás hasta originales. A todos nos han contado casos de esos.
No es que esto no sea así, o no pueda serlo, el problema estaba cuando
después de un tiempo, te das cuenta de que pareciera que el problema de los
Toreador es el arte.
Existen multitud de estímulos que pueden categorizarse como
arrebatadores para un Toreador, fuera del arte clásico (y sin recurrir
tampoco a sus variantes modernas, como el rock, u otras artes similares,
que al final son lo mismo, pero yendo de modernos) Ampliar este circulo
ayuda a crecer a los Toreador como clan, quitándoles el estereotipo de
“ratas de museo” y convirtiéndolos mas en vampiros a la usanza romántica
(y ruego esta palabra se lea en clave literaria, no sentimental).
Los
arrebatos acechan contra los Toreador en múltiples lados, en el bailar
de las llamas, en el repiqueteo de la lluvia, en la bruma del alba, en
el arte clásico, en la música moderna, en la belleza física, en la
luminosidad y sus reflejos, pero también en el tacto, en el olfato, en
el sexo...
Es necesario reclamar para el clan de la rosa una ruptura de los clichés
infantiles y de una debilidad propia de las ratas de Hamelin, en favor
de una apertura madura al erotismo (y hedonismo) vampirico (otros clanes
tendrán otros clichés asignados).
Así como otros clanes representan otras posibles facetas del vampirismo,
los Toreador representan una (quizás mas de moda en estos últimos años)
que no ha sabido reconocerse ni valorarse por algunos fans no demasiado
maduros que solo han sabido quedarse en el chiste fácil.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario