Al igual que con muchas variaciones de la sangre, la verdad puede ser incierta. Parte de la razón de la incertidumbre es que la estructura social de los Vástagos de África es muy diferente.
De la misma manera como los Vástagos están divididos en clanes, los Laibon se dividen en legados, cada uno con sus propias disciplinas, debilidades. Los Legados del Reino de Ébano son como los clanes del mundo occidental, pero tienen un poco más de importancia, poseyendo connotaciones y lazos familiares más fuertes que los de un clan.
Aunque no resulta extraño encontrar a un Brujah que se pelea con un Brujah o a un Toreador que extiende envenenados rumores sobre un rival Degenerado, esas actividades son consideradas de mala educación entre los Vástagos del Reino de Ébano. Por supuesto, esto no quiere decir que no existan rivalidades dentro de un Legado. Sólo que está mal visto airear las disputas familiares a los ojos de todo el mundo. Yo lucho con mi hermano. Mi hermano y yo luchamos contra el extraño.
Descendientes de los Chamanes africanos aparecen los Laibon para controlar a los espíritus.
Antiguo Clan Laibon
El mundo del Medievo Oscuro es un lugar enorme y temible, no apto para que los mortales viajen a la terra incógnita mas allá de sus caseríos.
Pero los Hijos de Caín han sido siempre vagabundos, y sus maquinaciones les han llevado con frecuencia a los distantes reinos de Outremer.
Y así es que los viajeros Cainitas han regresado a Europa contando historias acerca de una línea de vampiros llamados los Laibon: por lo que se dice, son vampiros indiscutiblemente, pero han caído bastante lejos del tronco principal.
Viven en las vastas extensiones de África, mas allá incluso de los reinos moros. Aunque residen cerca de las tierras del Edén, son paganos y no Conocen a Cristo. En su lugar, hablan del “mundo espiritual” y de Kamiri wa Itherero, su inescrutable ancestro.
Los Cainitas europeos no suelen toparse con estas criaturas, pero unos pocos Assamitas, Setitas y Ravnos se han aventurado hasta sus cubiles, en el salvaje sur. Aquí, cerca del fin del mundo, los Laibon recorren las junglas y sabanas, jugando con leones y leucrocotas, avestruces y simurgs, basiliscos y catoblepas. Son grandes cazadores y chamanes, y no temen a la Bestia como los vampiros europeos. De hecho, conocen una forma de magia que les permite domar y controlar a sus demonios interiores.
Según los relatos de los viajeros, los Laibon viven en extensos territorios, prefiriendo la soledad. Actúan como siniestros guardianes y hombres de medicina para los nubios, etíopes y otras tribus entre las que habitan. Con frecuencia acechando de noche en campos y aldeas. Sirven admirablemente a su pueblo en estas tareas… aunque suelen estar hambrientos, y su vigilancia exige un precio. Los Laibon no dicen descender de Caín, sino que afirman ser retoños de “espíritus de la tierra”. Tienen un gran conocimiento de los enigmas, y por ello los Setitas les han apodado “Esfinges”. De hecho, los Laibon tienen un gran conocimiento de muchas cosas, y pueden contar historias de innumerables tierras exóticas. No obstante, cuando se les pregunta por el Preste Juan y su ejercito de guerreros cristianos, se limitan a sonreír enigmáticamente.
Los Laibon suelen caer presas del ansia de viajar, y algún miembro de la línea ha llegado a una ciudad de los Cainitas. Pero es tan raro como los dientes de una gallina, ocurriendo solo en Tierra Santa y las costas mediterráneas. Se dice que el príncipe Lasombra de Génova tiene consigo a un Laibon, que le presta magníficos servicios coma centinela y agente.
Por ahora, los Laibon parecen conformarse con observar en silencio… quizá ampliando su repertorio de enigmas y cuentos. Aunque algunos han tomado parte en la Yihad europea, la línea en general permanece como ha sido siempre: distante, neutral, velada por la distancia y la leyenda.
Por otra parte, muy pocos Laibon están familiarizados con los idiomas de Europa. Algunos han llegado a tener ciertas nociones de latín, pero no se sabe de ninguno que se comunique en las lenguas vernáculas del continente.
Apodo: Esfinges
Apariencia: Casi todos los Laibon tienen rasgos propios de los pueblos africanos más allá del Sahara. Cuando viajan entre los cainitas europeos, tienden a adoptar las vestiduras típicas del lugar, prefiriendo no llamar la atención. En su hogar, se visten de forma suelta y cómoda. Muchos llevan cicatrices tribales de diversos tipos.
Refugio: Los Laibon suelen residir en áreas salvajes, aunque algunos miembros de la línea (los aceptados por las tribus en las que viven) tienen su guarida en aldeas y ciudades. Corren rumores acerca de una remota ciudad llamada Zimbabwe, que albergan a varios de estos vampiros.
Creación del personaje:Todos los atributos son apreciados, aunque los Mentales suelen ser los primarios. Casi todos los Laibon tienen algunas Habilidades relacionadas con la supervivencia en la naturaleza. Puesto que el trasfondo chamánico es común, muchos Laibon aprenden una variante de la Taumaturgia basada en el espíritu, aunque no es disciplina de clan. A causa del rigor de su trato con la bestia las puntuaciones en Autocontrol o Instinto suelen ser más altas. La mayoría de los Laibon siguen el Camino del Cielo o el Camino de la Bestia. Aparte de sus disciplinas de clan, es frecuente que aprendan Rego Mentem, una senda taumatúrgica centrada en el control de los espíritus naturales.
Debilidad: La disciplina de Abombwe conlleva un dominio directo sobre la Bestia, pero este poder tiene un precio: la Bestia del Laibon es particularmente codiciosa e insistente, consumiendo una "tasa" de Sangre cada vez que el vampiro usa Puntos de Sangre. Cada vez que el Laibon gasta o ingiere puntos de Sangre, la Bestia consume uno automáticamente, o dos si el gasto o ingestión es de cinco puntos o más en una escena. Así, si un Laibon mata a un mortal y bebe toda su sangre (diez puntos), solo recibe ocho puntos de Sangre; si gasta tres Puntos de Sangre para curarse, en realidad pierde cuatro.
Los Laibon sienten hambre con mucha más rapidez que los demás Cainitas, y muchos procuran asegurarse de tener amplias provisiones a su alcance, para no hacer nada inapropiado en su hambre...
Disciplinas: Abombwe, Animalismo y Fortaleza.
Organización: Los Laibon tienden a ser criaturas solitarias; cada vampiro ocupa un extenso territorio que abarca varios poblados, custodiándolo frente a los intrusos. Se reúnen periódicamente, más o menos cada 10 años, en lugares predeterminados, intercambiando historias y conocimientos. A veces, algunos colaboran para celebrar diversos rituales protectores que parecen de naturaleza Taumatúrgica, algo que molesta en gran medida a los pocos Tremeres conscientes de ellos.
Destino: Nunca comunes en Europa para empezar, los Laibon tienen la sabiduría de evitar el continente durante las noches de la Inquisición y la Rebelión Anarquista. En tiempos modernos, la mayoría de los vampiros les han olvidado aunque el nombre de "Laibon" sigue en los labios de unos pocos Gangrel y Ravnos que han recorrido el Continente Oscuro.
Cita: "Me siento muy honrado de encontrarme en tu dominio. ¿Quizá pueda entretenerte con las historias del Duque de Ébano de Libia y sus seiscientos corceles devoradores de hombres?"
Acerca de los Laibon
Apenas se sabe algo de estos Cainitas. Sólo unos pocos retazos de conocimiento que aparecen como notas marginales en grimorios vampiricos, escritas por curiosos eruditos Brujah y Capadocios que recibieron la información de Gangrel y Ravnos viajeros.
Fuerza e Influencia
Los Laibon no tienen fuerza ni influencia en Europa, aunque se supone que controlan varios territorios en las extensiones al sur del Sahara. Tales territorios, dicen los viajeros Cainitas, suelen extenderse mas que cualquier feudo de Europa; aldeas, poblados y ciudades amuralladas enteras aguardan la llegada del Laibon bajo la luna del trópico.
Organización
Los Laibon son criaturas solitarias, y si algún Cainita europeo les ha visto hablar entre ellos, ninguno lo ha contado. Son reservados y hablan poco de si mismos, pero uno o dos comentarios al azar han llevado a astutos Brujah y Lasombra a la conclusión de que tienen a sus sires en la mayor estima. Es raro que creen a otros vampiros, y nunca mas de dos o tres chiquillos. Cada Laibon, una vez emancipado, opta entre tomar un dominio o llevar una no vida errante; los que se encuentran en Europa han escogido lo segundo. Hablan poco de sus sires, pero a1gunos indicios hacen pensar a los estudiosos Cainitas que los antiguos de esta línea son terriblemente poderosos, quizá tanto como los míticos Antediluvianos.
Practicas Habituales
Por ahora, los Laibon parecen conformarse con viajar y observar. Su comportamiento poco amenazador y su evidente falta de interés en los juegos de poder de Europa les han convertido en una compañía apreciada entre los Cainitas conscientes de su existencia: han sido huéspedes en las villas de los Lasombra, las logias de los Capadocios Giovanni, las bibliotecas de los Brujah e incluso las mansiones de ciertos voivodas Tzimisce, Los Laibon permanecen, observan, entretienen a sus anfitriones con historias de Outremer y finalmente se marchan.
Inquietudes
La línea en general puede tener objetivos, pero están tan alejados de los que tienen los Cainitas europeos que son irrelevantes. Como ya hemos dicho antes, un Laibon sirve al príncipe Lasombra de Génova; otro ha exhibido un pasajero interés en las ofertas de Augustus Giovanni acerca de rutas comerciales hacia el interior de África. De todas las líneas presentadas, la de los Laibon es la mas apta para su uso en las crónicas de Vampiro: La Mascarada. Aunque extraordinariamente rara, y mas todavía fuera de su hogar africano, esta línea de sangre aun existe, y los jugadores, pueden crear personajes Laibon con el permiso del Narrador.
Un Breve Léxico
África es enorme y el lenguaje de los Laibon tiene más palabras especializadas de las que se pueden exponer aquí. Los términos siguientes son algunos de los más utilizados por los vampiros africanos.
Akunanse: Un Legado de vampiros que toma su nombre de los mitos de la “araña sabia” de África. Aye: El aspecto terrenal o físico de un vampiro.
Bamba: Un chiquillo o modo afectivo para dirigirse a un vampiro más joven que uno mismo.
Cagn: El progenitor de todos los vampiros. Cagn es un dios creador entre las tribus bosquimanos del sur de África, y en algunas versiones controla la hechicería y el cambio de forma. Algunas veces se escribe Kagn.
Caminante de la Noche: Un vampiro, más generalizado, cualquier criatura sobrenatural.
Fuego en la Montaña: Un término coloquial para la diablerie, utilizado sobre todo en el centro y el este de África, pero muy extendido entre los vampiros africanos.
Guruhi: Un Legado de vampiros que recibe el nombre de un maligno dios de Gambia.
Ishtarri: Un Legado de vampiros que se originó fuera del Reino de Ébano y recibe su nombre de la diosa babilonia del amor y la guerra.
Kerrie: Un cayado o bastón, utilizado para protegerse y como apoyo en largos viajes.
Kholo: El vampiro más viejo de un Legado en un lugar determinado. También, un consejo de estos vampiros. De la palabra Chichewa para “padre” o “ancestro”.
Kinyonyi: Un legado de vampiros que reciben su nombre de la palabra Luanda para “pájaro”.
Kuta: Literalmente, “tortuga”; un termino utilizado para un joven vampiro sometido, de la misma manera que los Vástagos occidentales utilizan “lacayo o siervo”.
Osebo: Un Legado de vampiros que reciben su nombre del leopardo de muchas leyendas africanas.
Laibon: Un vampiro africano o varios vampiros africanos. Laibon también significa chamán u hombre medicina en la lengua masai.
Reino: Territorio gobernado por un Guruhi, aunque este Guruhi no es necesariamente el magaji de los dominios del reino. Todos los reinos de África conforman el Reino de Ébano.
Legado: En el Reino de Ébano los clanes reciben el nombre de Legados.
Magaji: El vampiro preeminente en un dominio determinado; un príncipe africano. De la palabra Boko para rey.
Seguidores de Set: Un Legado de vampiros que reverencia al dios egipcio Set.
Shango: Un Legado de vampiros que reciben su nombre del dios Yoruba de la magia, la guerra y las tormentas.
Naglopers: Un Legado cruel y decadente de vampiros.
Obayifo: una bruja.
Xi Dundu: Un Legado de vampiros sin sombra, de la palabra Bavili para sombra.
Orun: El aspecto sobrenatural de un vampiro o su “ser superior”.
Zombi: Un muerto que camina; un zombi.
Legados Menores y Clanes
No todos los vampiros que acechan en el Reino de Ébano lo consideran su hogar. De estos, los Malkavian y los Ventrue son bastante similares a sus compañeros de clan de otros lugares, aunque por diversos motivos, algunos se han instalado en África. Por lo que respecta a los Mla Watu y a los Nkulu Zao se encuentran en el Reino de Ébano por otros motivos… para bien o para mal. Los Malkavian y los Ventrue continúan siendo clanes. Sin embargo, los Mla Watu y los Nkulu Zao se han convertido en Legados, alterados por el dominio en el que residen.
Otros
Aunque se sabe poco de ellos, otros vampiros occidentales aparte de los Malkavian y los Ventrue han mostrado un interés ocasional por África. Los Vástagos de una familia de nómadas y vagabundos que parecen compartir la afinidad animal de los Akunanse ocasionalmente llegan al Reino de Ébano. Raramente causan problemas, y normalmente se marchan tan rápidamente como aparecen. Sin embargo, tienen la desafortunada tendencia de cazar donde y cuando quiera que eligen, y las ocasionales violaciones del territorio Laibon llevan a contundentes represalias contra los intrusos. Un horroroso linaje de Vástagos occidentales, tan feo como los más inhumanos de los Akunanse o Guruhi, parece tener un particular interés por la sociedad Laibon. Más de una de estas horribles criaturas ha aparecido en mitad de un dominio Laibon, pidiendo una audiencia con el “príncipe” local. Aparentemente estos Vástagos están convencidos a través de un mito o leyenda de que África es un gran reino controlado por sus parientes. Por supuesto, aunque algunos Guruhi se parecen a estos vampiros, los Laibon deniegan que exista alguna conexión con ellos. Algunos de estos Vástagos se marchan decepcionados cuando descubren la verdad, pero algunos se enfurecen hasta el extremo de que deben ser castigados.
Finalmente y quizás el más peligroso de estos linajes foráneos es una familia de brujos vampiros, practicantes de magias poderosas y malignas, que han mostrado un esporádico pero intenso interés en el continente africano. Estos brujos han instalado más de una fortaleza en África, normalmente un grupo de brujos menores dirigidos por un único maestro. Estos hechiceros son intratables en su búsqueda de información. Se rumorea que han capturado y diseccionado a numerosos Laibon y que incluso llegaron a robar una forma de hechicería Laibon hace muchos años y la adaptaron para sus propósitos. La mayoría de los Laibon cree que estos brujos deben ser expulsados del Reino de Ébano (es el único punto en el que incluso los Guruhi y los Xi Dundu están de acuerdo) y hasta el momento, pocas de sus fortalezas han durado más de unos pocos años. Sin embargo, su interés no ha disminuido, y cada vez que son expulsados regresan en números cada vez mayores. Los Guruhi temen que es sólo cuestión de tiempo que se vuelvan demasiado fuertes como para ser expulsados.
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