Tanto la Camarilla como el Sabbat temen por igual a la Lasombra antitribu Lucita. Nacida en una casa noble aragonesa en la tumultuosa España medieval, Lucita atrajo la atención de los Lasombra, lo que la ayudó a escapar de la tiranía de su padre y el tedio de un matrimonio convenido. Regocijándose en su poder recién encontrado, Lucita rápidamente llego a ser una guerrera notable, participando de todas las formas en las luchas nocturnas contra los Ventrue, los Tzimisce y su propio clan. A pesar de su poder, Lucita ha caminado siempre su propio camino: cuando el Sabbat se formó, Lucita fue uno de los pocos Lasombra que no se unió, aunque nada hizo que ella asistiera en la defensa del Antediluviano Lasombra.
Aunque ha servido a la Camarilla como arconte en el pasado y aún prefiere esta secta por encima de su rival, Lucita prefiere operar como un agente independiente. Como Lasombra antitribu, abriga una hostilidad ferviente a su antiguo clan, viendo en ellos una insufrible arrogancia que no posee nobleza alguna para mantenerla.
Durante años, la asociación de Lucita con Anatole, el profeta Malkavian, la ha hecho tomar conciencia sobre el mundo. Sus habilidades marciales, afinadas durante siglos, la han convertido en una consumada guerrera, mientras que su entrenamiento diplomático le permite actuar como una perfecta espía y agente provocador. Si bien ella se percibe como protectora y guardián de Anatole, ha desarrollado su propio interés por la historia de los Vástagos, convirtiéndose en una estudiosa a su manera.
Junto con Anatole y Beckett, Lucita conforma una de las principales autoridades sobre las últimas noches y los signos del próximo despertar de los vampiros más antiguos. Lucita viajó con Anatole y Beckett a América, donde continúa actuando como el anclaje para sus dos místicos compañeros. Su propia reputación como guerrero (aunque sea como uno independiente) en nombre de la Camarilla crece noche a noche. Su habilidad para adaptarse a los tiempos cambiantes le da una ventaja sobre otros de su generación y edad, contribuyendo a su comprensión del mundo moderno y aumentando su habilidad para proteger sus autoproclamados cargos.
Lucita ha sido una guerrera durante 800 años, y pocos verdaderamente son los seres que pueden oponerse a su fantástico asalto. Ella por sí sola es un escuadrón de la muerte, un ninja moderno temido por Vástagos, Lupinos y magos por igual. Ella ha refinado el poder Lasombra de Obtenebración a una potencia terrible; víctimas horrorizadas que han sobrevivido a la ira de Lucita, susurran temerosamente sobre las "serpientes de sombra" conjuradas a partir de la oscuridad para golpear a sus enemigos.
Ella es también una maestra del mesmerismo y, si los métodos de lucha indirecta fallan, Lucita posee una velocidad sobrehumana y suficiente fuerza física para elevar un Buick.
Ella ha ganado la enemistad de su Sire, el Arzobispo Sabbat Lasombra Monçada, para el que no habría nada mejor que verla aplastada.
Lucita es perseguida por Moncada y sus secuaces (sus MUCHOS secuaces) a través de la historia cada vez con más intensidad, y está próximo el día en que se enfrente a un rival que la supere.
Lucita coincidió en las cruzadas con otra de las femmes fetales de nuestro querido Mundo de Tinieblas; Fatima Al-Faqadi, la Assamita de Alamut.
Fátima y Lucita combatieron durante toda una noche que las dejó severamente dañadas y apretujadas juntas en una cueva poco profunda para evitar el amanecer. A parte del hecho de que es la oponente más digna que nunca ha encontrado, Fátima perdonó la vida a Lucita como un asunto de honor. Las dos se convirtieron en amigas y eventualmente amantes.
Cuando las Cruzadas llegaban a su fin, Lucita volvió a Europa. A lo largo de los años, los objetivos de los Assamitas entraron en conflicto con los de los Lasombra, y Fátima y Lucita han luchado en el mismo y opuestos bandos en varios conflictos.
También han trabajado juntas, esto es, cuando la Lasombra emprendió la destrucción de sus propios antiguos en la Revuelta Anarquista.
Su relación se convirtió en un asunto de amor / odio que siempre se detiene justo antes de llevarlas a la Muerte Definitiva.
Fátima ha aparecido como de la nada justo a tiempo para salvar a Lucita en muchas ocasiones.
Los ancianos Assamitas dieron a Fátima una vez un contrato para el asesinato de Lucita.
Desgarrada por lealtades encontradas, juró cumplir su deber hacia su clan. Fátima filtró rumores acerca del contrato de Lucita a través de varios agentes mortales, no obstante; cuando Fátima se presentó, Lucita estaba preparada y envió a la Assamita al letargo. Tras despertarse, informó de su fracaso al Alamut. Es el único contrato que Fátima ha fallado.
Los rumores que implican a Lucita como amante de Sascha Vykos son ciertos.
A medida que la revuelta anarquista sobreviene y el Sabbat forma de sus cenizas, Lucita se abstuvo de ambas sectas, convirtiéndose en uno de los más temidos Lasombra antitribu activa en el mundo moderno de la Oscuridad. Pero todo esto ha cambiado con la muerte final de su Sire - un evento que la llevó a seguir sus pasos al convertirse en un Sabbat Arzobispo de Madrid.
Biografía
La hija de Alfonso I de Aragón, Lucita creció privilegiada, pero se irritó bajo la responsabilidad de su padre y su familia. Pensó en el parricidio muchas veces y con frecuencia se escapó, sólo para ser capturada por los guardias de Aragón y devuelta a la custodia de su padre. En lugar de molestarse con disciplinar a la chica el mismo (como rey, que tenía cosas mejores que hacer), Alfonso la arrastro a la iglesia, confiando en que Dios engendraría penitencia en su hija. El hecho de que su confesor era Ambrosio Luis Moncada hizo esta esperanza vana.
Monçada reconoce una voluntad indomable en la joven Lucita - y una independencia feroz. Estos rasgos - en combinación con su nefasta lujuria - convencieron al obispo que se justificaba su abrazo. Después de hablar con los demás de su clan, Monçada decidió que los Lasombra se beneficiarían enormemente de este individuo de alta cuna.
Después de su abrazo, sin embargo, la relación de Lucita con su clan era casi idílica. Luchó con Monçada igual que había luchado con su padre mortal, ansiaba su autonomía y libertad. A pesar de que sirve a Monçada diligentemente como diplomática y un noble (que se rumorea que es el poder detrás del trono del actual rey de Aragón, Pedro II), ella se siente más cómoda en el camino con su compañero de viaje Anatole, que infunde en Lucita más fe en Dios que la que nunca podría tener el degenerado de Monçada.
Desde la Edad Oscura Lucita ha llevado a cabo un régimen de entrenamiento a través del cual se ganó grandes habilidades en el arte noble de la guerra. Su velocidad y su gracia natural ayudaron en esta tarea, ella puede reducir gradualmente con maestría a sus enemigos más fuertes antes de que se las arreglan para conseguir un solo golpe sobre ella. Cuando combina su habilidad marcial con su marca de control Lasombra de la oscuridad, se convierte en un enemigo terrible. Ella ha trabajado para la Camarilla como un arconte, y es justamente temido y admirado por los Vástagos de todas las sectas.
Más adelante en su no-vida, después de la muerte de su compañero Anatole y de su Sire, el cardenal Moncada, se convirtió más en sintonía con el Sabbat, finalmente abandono su humanidad y recogiendo una Senda de la Iluminación, es decir, el camino de la noche con Elieser de Polanco como mentores, convirtiéndose en el Sabbat Arzobispo de Madrid, en lugar de su Sire, y después se convirtió en el arzobispo de Zaragoza, Aragón.
Cuando la extinción comenzó a afectar a los Vástagos, Lucita buscó respuestas para su repentina debilidad, al enterarse de que nadie sabía lo que estaba ocurriendo. Se alía con el anterior Archon Theo Bell en el fin de detener "campos de concentración" de la Camarilla de vampiros sangre débil.
Cuando Beckett le confirmó que la Gehena fue efectivamente el principio, ella y Theo siguieron a Beckett y su compañero Kapaneus en su búsqueda de medios para detener el apocalipsis. Una vez que encontraron Rayzeel, uno de chiquillo de Saulot, una gran criatura Abyssmal emergió de la tierra y trató de matar a Beckett. La criatura, al ver que no podía matar al Nodista, asumió la forma del Sire de Lucita, Ambrosio Luis Moncada, y trató de convencerla para subyugar. Lucita, en un último intento de estar libre de su sire, se sacrifica, dejando que sus compañeros escapen. Anatole aparece ante Lucita en sus momentos finales y toma su alma en el más allá (o equivalente) antes de que se absorba y se pierda en el abismo.
Apariencia
Alta y esbelta, con la piel de oliva y el pelo negro oscuro, Lucita ejemplifica el aspecto clásico de la vieja nobleza española.
No hay influencia árabe en sus características.
Ella normalmente lleva el atuendo de una mujer noble en lugar de la de un guerrero, pero estas prendas son a menudo asuntos oscuros y sombríos que favorecen la facilidad de movimiento.
Nombre: Lucita (Lucía)
Clan: Lasombra
Sire: Ambrosio Luis Monçada, Arzobispo de Madrid
Naturaleza: Rebelde
Conducta: Defensora
Generación: 7ª (en esta ficha)
Abrazo: 1190
Edad Aparente: adolescente, unos 20 años
Físicos: Fuerza 5, Destreza 4, Resistencia 5
Sociales: Carisma 4, Manipulación 3, Apariencia 4
Mentales: Percepción 4, Inteligencia 3, Astucia 5
Talentos: Alerta 2, Pelea 5, Esquivar 4, Empatía 2, Expresión 2, Gracia 3, Intimidación 1, Liderazgo 4, Callejeo 1, Estilo 4, Subterfugio 4
Técnicas: Tiro con Arco 2, Conducir 2, Etiqueta 4, Armas Cuerpo a Cuerpo 4, Interpretación 3, Equitación 2, Seguridad 1, Sigilo 4 Conocimientos: Academicismo 3, Cultura de la Camarilla 3, Investigación 3, Lingüística (tú sabes que existe, ella probablemente lo habla) 5, Ocultismo 4, Política 3, Cultura del Sabbat 3
Disciplinas: Animalismo 2, Celeridad 3, Dominación 5, Fortaleza 4, Ofuscación 3, Obtenebración 6, Potencia 3, Protean 2, Serpentis 1
Trasfondos: Aliados 2, Contactos 5, Rebaño 2, Influencia 2, Recursos 5, Posición en el Sabbat 1, Posición 1
Virtudes: Conciencia 3, Autocontrol 3, Coraje 4
Humanidad: 4
Fuerza de Voluntad: 7
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