Sin embargo, eso no quiere decir que puedan ignorarlas. Cualquier mal que pueda trasmitirse mediante la sangre es un problema potencial, ya que puede contagiarse a cada una de las víctimas posteriores.
De hecho, muchos vampiros se han convertido en portadores activos de algunas enfermedades. Al beber de una víctima infectada y alimentarse de varias más han colaborado a extender una infección ya de por sí difícil de controlar.
En algunos lugares se aísla a los vástagos portadores por el bien del rebaño. En casos extremos algunos de los mismos han llegado a sufrir la Muerte Definitiva por extender estas enfermedades.
La Camarilla desprecia a estas criaturas, ya que por múltiples razones pueden estar poniendo la Mascarada en problemas.
Los personajes con el Conocimiento Medicina son reclutados de vez en cuando por la primogenitura de las grandes ciudades para regular la extensión de las enfermedades mediante el Beso. En la última década estos vampiros han sido invitados a hablar en los cónclaves, alertando a antiguos y a neonatos de las señales para reconocer el uso de drogas y otros síntomas físicos evidentes que los vampiros deben evitar. Incluso los vástagos del Sabbat, a pesar de su despreocupación por el ganado, han empezado a considerar la regulación de este problema.
Una tirada de Inteligencia + Medicina (Dificultad 7) permitirá a un personaje detectar la presencia de las enfermedades relacionadas con la sangre. Si falla no detectará los síntomas y se expondrá a la dolencia (se puede evitar con una tirada de Resistencia, a una dificultad de 6). Un fracaso indica que el personaje se alimenta de forma descuidada y se convierte automáticamente en portador.
Las leyendas de los vástagos hablan de determinadas plagas lo suficientemente potentes como para afectar a los vampiros. Muy pocos tienen conocimiento de estos males, pero se trata de gente muy apreciada: a pesar de sus formidables poderes, los vástagos no están preparados para tratar con una enfermedad ocasional que pueda llegar a afectarles.
Las enfermedades se curarán solas luego de pasado un tiempo determinado, aunque, en algunos casos, este puede ser precipitado mediante medicamentos. Por supuesto, algunos vástagos con altos niveles en la Senda de la Sangre pueden ser capaces de eliminar del sistema vampírico al causante.
Los vampiros usan sangre en lugar de todos demás fluidos corporales del cuerpo (esto está tomado de Anne Rice, donde hay un par de alusiones al respecto, el sudor de los vampiros es realmente sangre, etc.). Siendo así, la saliva de cainita sería realmente sangre. De este modo, si un vampiro infectado muerde a alguien, existe la posibilidad de que esa persona quede infectada.
Todas las enfermedades les provocan algo a los vástagos, incluso aquellas que afectan a los órganos internos de los humanos. Por ejemplo: a pesar de no respirar, una tuberculosis afectará de todos modos a un vampiro. A continuación se listan las enfermedades más comunes y sus posibles efectos.
Se recuerda que el narrador es libre de declarar los síntomas correspondientes, agregar más enfermedades a su lista o permitir el uso de medicina humana para curarlas. Todas las enfermedades provocan que el vástago portador sufra una penalización de 1 en todas las tiradas correspondientes al Rötschreck. Se recuerda que es muy complicado recuperar la Fuerza de Voluntad mientras se está enfermo.
El hecho de utilizar enfermedades humanas que afecten a los vampiros puede provocar controversia. Un cuerpo muerto no puede contagiarse, por lo que resultaría imposible que se manifiesten. Sin embargo los vampiros no están muertos del todo. Por lo tanto, sería un buen trasfondo para determinadas crónicas el uso de enfermedades humanas. Recordemos que la mayoría son causados por virus o bacterias, los que se desarrollan y expanden en la sangre de su víctima. El narrador puede elegir no utilizar enfermedades comunes.
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