El número de éxitos obtenidos en la tirada de activación determina lo
radicalmente que puede el mago alterar la forma de un compuesto
determinado.
No necesita emplear todos los éxitos; el mago que desee llevar a
cabo un sencillo cambio de forma no necesita convertir el plomo en oro
si consigue cinco éxitos.
El mago deberá, no obstante, conseguir al menos el número de
éxitos mínimos que sugiere la tabla expuesta más abajo para generar el
efecto deseado.
Cambiar un elemento en otro exige estar familiarizado con ambos. Uno no
puede decidir de repente que quiere transmutar un globo lleno de helio
en una esfera de titanio solido si jamás ha tenido contacto con ninguno
de estos dos materiales. El mero hecho de conocer un número atómico no
sirve para modelar las leyes de la naturaleza de forma tan radical.
Con todo, vale la pena apuntar que la alquimia no hace distinción entre
los elementos naturales y los creados por el hombre. Nótese además que
esta senda ha dejado de utilizarse porque en nuestras noches resulta de
mucha menos utilidad que en el pasado. Las transmutaciones dan pie a
“ideales” Herméticos, en lugar de recursos aprovechables en el mundo
real, que no pueden descomponerse en compuestos menores.
Un lingote de oro es un lingote de oro; cualquier intento por
manipularlo para obtener monedas dará como resultado una pila de hierro
inerte.
Emplear esta senda implica que el mago esta trabajado con los
elementos en algo parecido a un laboratorio (o en otro entorno
controlado). Ningún vampiro va a poder ir por la calle convirtiendo el
hierro de la sangre de la gente en helio solo con un toque de su dedo.
• Cambios simples de forma: sólido a liquido, liquido a gaseoso, etc.
•• Cambios complejos de forma: liquido a una forma concreta de solido,
agua en nubes de gas de oxigeno e hidrógeno independientes, etc.
••• Cambios complicados de forma: agua en oxigeno respirable e hidrógeno independientes, compuestos en elementos separados, etc.
•••• Cambios menores de composición: ajustar el numero atómico de un
elemento cinco valores hacia arriba o hacia debajo de su designación
original.
••••• Cambios milagrosos de composición: convertir el plomo en oro o el nitrógeno en radio.
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