Vives buscando ese momento de peligro, en el que te invade una descarga de adrenalina y te sientes vivo de verdad.
De la misma manera que un yonqui está enganchado a su tipo concreto de veneno, tú eres un adicto al peligro.
A diferencia de la mayoría de la gente, te desvives por ponerte en situaciones peligrosas que pongan a prueba los límites de tus aptitudes.
Te entrenas y trabajas para estar lo más dispuesto posible para estas situaciones y luego buscas dichas situaciones.
Esto es lo que te distingue de las enormes masas de zoquetes paranoicos que se arrastran de un lado a otro, escondiéndose de sus propias sombras. Recuerda que “te lo pide el cuerpo”.
–Recuperas Fuerza de Voluntad siempre que tengas éxito en una hazaña particularmente osada o consigas superar unas situación casi imposible en la que te colocaste intencionadamente.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario