Sus entrañas se revuelven y “excreta” serpientes. El tormento empeora: no puede evacuar las serpientes a velocidad suficiente, y estas mastican su camino al exterior, una detrás de otra, hasta que muere.
Sistema: por cada éxito que obtenga el jugador del hechicero, la víctima sufrirá dos horas de efecto de la maldición. Durante las dos primeras horas, mientras evacua serpientes por la boca y el ano, la víctima pierde un nivel de salud de daño contundente por hora. Cada hora siguiente, no obstante, la víctima perderá un nivel de salud de daño agravado mientras las multiplicadas serpientes mastican su interior. La víctima puede aplicar Fortaleza a este daño durante una hora por punto de Fortaleza, pero después de eso el daño se vuelve imposible de absorber. El daño es sencillamente demasiado grande. Los cainitas pueden curar el daño agravado mediante el gasto de sangre y Fuerza de Voluntad y desear que ninguno de los dos Rasgos se agote antes de que acabe la maldición. El mordisco de una serpiente-demonio hace un nivel de daño agravado, pero no es venenoso. Una hora después del final de la maldición, todas las serpientes desaparecen de vuelta a Duat.
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