La Hechicería Setita, que es conocida por muchos de sus practicantes como Akhu, se diferencia de la taumaturgia en que sus sendas no tienen por qué necesitar gasto de puntos de sangre ni tiradas de Fuerza de Voluntad, puesto que la energía necesaria para producir los efectos no proviene del propio hechicero, sino de las Tierras de Oeste. En la práctica, esto quiere decir que es necesario llevar a cabo mensualmente una serie de ritos en su altar de blasfemias.
Un altar de blasfemias es un espacio en el que el vampiro pervierte todo aquello que se buscaba con un entierro del antiguo Egipto: allí donde se quería representar paz, salud y riqueza en el otro mundo, el sacerdote-orador pone dolor, miseria y desesperación. Por ejemplo, el hechicero toma el cadáver y le abre el pecho, lo coloca en posiciones insoportables, mezcla sus bienes con basura, utiliza el cadáver para cultivar hongos, las ropas para limpiar el suelo, o cosas de ese jaez. En un enterramiento moderno, si por ejemplo el difunto donó dinero para una biblioteca, el hechicero tiene que dañar la placa conmemorativa o escribir frases vejatorias en los papeles oficiales. Si su altar de blasfemias resulta destruido, o no realiza los ritos necesarios a tiempo, el sacerdote-orador pierde todo su poder.
El Narrador podrá imponer otras penalizaciones o bonificaciones en la tirada de un jugador, dependiendo de la seriedad con la que se tome su personaje todo lo referente a la tradición sacerdotal egipcia. Por ejemplo, aquellos rituales relacionados con la escritura sumen que el personaje utilizará una pluma de caña auténtica, tinta y papiro, o que grabará la inscripción en una tablilla de arcilla húmeda y la meterá en el horno hasta que se endurezca. El hecho de que cincele el conjuro en una estela de piedra y pinte los jeroglíficos permitirá que la dificultad del envío se reduzca en un punto; en cambio, si escribe los hechizos en un folio con un bolígrafo, la dificultad aumentará en 1 punto. Otros factores que pueden reducir la dificultad son utilizar agua del Nilo, herramientas rituales antiguas o una congregación de sectarios de Set (como un culto de sangre privado).
Entre los factores negativos se incluye vestir tejidos sintéticos o que deriven de animales (los sacerdotes egipcios sólo usaban lino) o improvisar las herramientas de los rituales. Se recomienda no reducir ni aumentar la dificultad en más de dos puntos.
Para usar rituales de Akhu es necesaria una tirada de Inteligencia + Ocultismo, de dificultad 3 + el nivel del ritual (máximo 9). El éxito da lugar al resultado que se describe en el ritual. Un fallo indica que no ocurre nada, mientras que un fracaso anula todos los efectos mágicos de rituales o sendas del usuario que estén activos, pues se supone que algo ha distorsionado la conexión con las Tierras del Oeste y estas no pueden o quieren proporcionar la energía necesaria, quedando el hechicero sin poderes mágicos. Como para utilizar esta magia hay que utilizar los conceptos filosóficos y cosmológicos del clan de los Seguidores de Set, esta magia no es muy conocida fuera del mismo.
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