La Fortuna del Orisha sigue la mayoría de las reglas estándar de las sendas taumatúrgicas, aunque el punto de sangre no sólo se gasta, sino que el wangateur tiene que derramarlo cuando activa el poder. Ésta es la razón por la que muchos practicantes llevan consigo un cuchillo ritual. No es necesario que la herida infligida sea tan grande como para causar un nivel de salud de daño, pues la sangre derramada basta para llamar la atención del orisha. Muchos wangateurs se cortan la palma de la mano y lanzan simbólicamente la sangre a su objetivo, aunque esto no es en absoluto necesario. (Para aquellos que sientan interés por este tipo de cosas, esta vitae no podrá ser recuperada por otros taumaturgos ni utilizada contra un personaje, pues la magia la consume en cuestión de segundos).
El wangateur podrá dirigir este poder hacia cualquiera que se encuentre en su campo visual.
• Mano Protectora
En este nivel, el wangateur puede usar el Favor del Orisha para impedir una catástrofe. Al sujeto sólo se le concede un poco de fortuna adicional. Es posible que falle, pero los desastres se sucederán con menos frecuencia.
Sistema: el wangateur escoge a un sujeto (puede ser él mismo o un aliado). La próxima acción que éste intente realizar tendrá mucha menos probabilidad de fracasar pues, para ello, el número de unos tirados deberá superar los éxitos del mago. De este modo, si el jugador consiguió tres éxitos al invocar la Mano Protectora, para que su siguiente acción fracase tendrá que conseguir como mínimo cuatro unos y ningún éxito. Los fracasos que se impiden de esta forma sufren las consecuencias de un fallo normal porque, aunque este poder evita el desastre, no puede convertir un fallo en un éxito. Sólo se aplicará a la siguiente acción que realice el sujeto, o durante el primer turno si se trata de una acción extendida. Si fracasa la tirada efectuada para invocar este poder, el sujeto sufrirá el efecto contrario: cada 1 que tire se considerará un fracaso adicional en la acción que desee realizar.•• La Bendición de la Fortuna
El wangateur solicita que el orisha ayude a un aliado o a sí mismo. La suerte le acompaña, las tareas le parecen más sencillas, es menos probable que fracasen y puede que incluso sea capaz de realizar hazañas que normalmente le resultarían demasiado complicadas.
Sistema: la tarea específica (montar a caballo, conducir, disparar o cualquier otra acción mundana) se anunciará en el momento de invocar el poder. Durante una escena, la dificultad de esa tarea concreta se reducirá en 1 (hasta un mínimo de 4). Los usos de este poder no son acumulativos; además una tirada pobre no podrá reemplazar a una mejor. Cualquier intento por utilizarlo sobre alguien que ya esté bajo su influencia fracasará.••• La Maldición de la Fortuna
Este poder, opuesto a la Bendición de la Fortuna, permite que el wangateur inflija una desgracia menor a su enemigo, haciendo que una tarea sencilla sea más difícil y tenga más posibilidades de fallar.
Sistema: el mago debe anunciar un tipo de acción específico (discutir, moverse de forma furtiva, etc.) en el momento de invocar el poder. Cuando intente realizar dicha acción, la dificultad de la víctima se incrementará en 1 (hasta un máximo de 9) durante una escena. Este poder no es acumulativo y siempre fallará si se utiliza sobre alguien que ya está bajo su influencia.•••• El Favor de la Fortuna
El wangateur invoca a los espíritus para que den un fuerte giro a las leyes de la probabilidad. Aquellos ataques que deberían dar en el blanco y aquellas competiciones que favorecen claramente al adversario dan un giro inexplicable a favor del wangateur.
Sistema: en el momento de activar este poder, el mago debe escoger a la persona específica contra la que lo utilizará. En cuanto se activa, el wangateur queda protegido por un efecto que parece combinar aspectos de los dos poderes anteriores. Todas las tiradas de la víctima tendrán una dificultad de +1 (máximo 10), y todas las tiradas del mago tendrán una dificultad de -1 (Máximo 4), pero sólo cuando se opongan directamente a su víctima (tiradas de ataque, para esquivar y acciones opuestas). El Favor de la Fortuna dura un número de turnos idéntico a los éxitos del wangateur. El mago no podrá usar este poder mientras se encuentre bajo los efectos de la Bendición de la Fortuna, ni contra nadie que esté bajo la influencia de la Maldición de la Fortuna.••••• Mano Apabullante
Se trata de una magia realmente desagradable que dirige el poder de los orishas contra un enemigo, transformando prácticamente todas sus acciones en un catastrófico fracaso.
Sistema: cada éxito conseguido por el mago se convierte en un “fracaso fantasma” que la víctima deberá superar en su próxima tirada. De este modo, si el mago consigue tres éxitos, se considerará que la siguiente tirada de la víctima tendrá tres dados adicionales que tirarán 1. Además, bajo la influencia de este poder, cualquier fallo se considerará un fracaso. Por ejemplo, si la víctima tira 10, 7, 3, 2 y 2 (resultado que normalmente indicaría que la tirada ha fallado) los 1 fantasmas cancelarán el 7 y el 10. Debido al poder de la Mano Apabullante, la tirada fracasará aunque se hayan tirado éxitos. El Narrador puede hacer que dichos fracasos tengan consecuencias realmente catastróficas, peores incluso a las de los fracasos “normales” aquellos que amenazan a los favoritos de los orishas merecen todo lo malo que les ocurre.
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