Sistema: si el ritual tiene éxito, la vela en cuestión se apaga o se prende en una nube de humo sulfuroso, como es adecuado para esta magia. Un fallo le hace perder un punto de sangre al taumaturgo, mientras que un fracaso, además de costarle un punto de sangre funde la vela convirtiéndola en un amasijo de cera inútil. Ambas formas de este ritual requieren un solo turno de concentración, pero el taumaturgo no puede realizar ninguna otra acción mientras invoque la llama. De hecho, este ritual es el efecto de cero puntos en la senda Creo Ignem, y es necesario que los personajes tengan al menos un punto en la senda para poder aprender cualquiera de las formas. Los personajes con tres o más puntos en Creo Ignem pueden encender o apagar tantas velas como éxitos obtenga el jugador. Un fallo hace perder, aun así, un único punto de sangre, pero un fracaso destruye todas las velas.
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