Sistema: tanto el lanzador como el ghoul que desee convertir en amante deben beber uno de los puntos de sangre del gemelo mortal. Una vez hecho esto, en caso de que cualquier clase de daño afecte al ghoul, el lanzador sentirá un dolor simpático en la misma parte del cuerpo. Esto es, si el ghoul del vampiro aloja una bala perdida en su hombro, el lanzador sentirá un agudo pinchazo en el suyo. Este dolor, no obstante, no se traduce en daño para el vampiro, al contrario que para su ghoul. Si éste sufre algún nivel de salud de daño, el taumaturgo no sentirá más que dolor concentrado en la zona donde su ghoul recibió el impacto. La Marca del Amante permanece activa mientras el ghoul siga con vida y mantenga su condición de ghoul; el Abrazo negará este vínculo, puesto que los taumaturgos no pueden convertir a otros vampiros en amantes.
Ritual Nivel 01 - La Marca del Amante
Los taumaturgos lanzan este ritual para conocer en todo momento el estado físico de sus ghouls. El taumaturgo primero debe lanzar este ritual sobre la sangre de dos gemelos mortales, y después compartir la vitae con su ghoul. Tras haber ingerido la sangre, el vampiro estará al corriente de cualquier daño de carácter físico que sufra su ghoul sintiendo un dolor fantasma. Así es que si el ghoul “amante” recibiera un balazo en el pecho el lanzador sería inmediatamente alertado del peligro. Esta alerta también se activaría en caso de que el amante tropezara y se cayese, magullándose una rodilla. El taumaturgo desconocerá la gravedad del peligro; lo único que sabe es que su ghoul ha recibido daños en alguna parte de su cuerpo.
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