Sistema: pasar por el ritual Afinidad Heredada no garantiza que el personaje pueda aprender taumaturgia, pero ayuda. El resultado final depende del Narrador. Si el Narrador exige diversas tiradas de estudio para rescatar conocimiento taumatúrgico o aprender rituales, haber sufrido este proceso podría bajar la dificultad. El ritual en sí dura tres noches y provoca cinco niveles de daño letal y hace que el sujeto pierda todos sus puntos de sangre excepto el último. Lo mejor es, en ese momento, tomar sangre fresca y atender a las sensaciones que se producen. Por supuesto, el sujeto tiene las probabilidades habituales de caer en frenesí a causa de las heridas y la pérdida de sangre.
Ritual Nivel 03 - Afinidad Heredada
Aunque es posible aprender taumaturgia gracias a un largo y dificultoso estudio, los tremere experimentados pueden ayudar a un estudiante a “afinar“ su sangre obteniendo una forma más cercana a la retorcida forma de la Maldición necesaria para dedicarse a las prácticas taumatúrgicas. Los estudiantes que tardan mucho en dominar los principios básicos de la taumaturgia a menudo tienen que pasar por este ritual, que parece “abrir la puerta” por decirlo así. Los vástagos no tremere aun así tendrán que trabajar duro, ya que, suponiendo que encuentren un instructor, el proceso será largo y doloroso aunque este ritual ayude a aprender taumaturgia. Para despertar la Afinidad Heredada, el invocador tiene que disponer del sujeto durante una noche entera. Normalmente se encadena al mismo a una pared para evitar problemas si pierde el control. El invocador le hace tomar al sujeto una cocción inmunda de grasa, diversas hierbas y granos de granada, todo ello empapado en sangre. Entonces el taumaturgo inserta seis agujas calientes recubiertas de oro en diversos puntos de la anatomía del sujeto, puntos de poder en general, pero que pueden variar de invocador a invocador. Durante las siguientes tres horas, el mago le ordena al sujeto que infunda su cuerpo con el poder de su vitae. Las agujas bloquean los puntos habituales de circulación de la sangre y altera los resultados de tales esfuerzos, a veces de manera muy dolorosa, que se muestran como pústulas sangrientas en la piel, venas dilatadas y hemorragias a través de los poros. Cuando finaliza el ritual, el sujeto puede practicar una nueva forma de ver la taumaturgia. Por supuesto, es necesario que consuma nueva sangre que reemplace a la que perdió a causa del ritual. Muchos regentes conocen el ritual Afinidad Heredada y es frecuente que los neonatos recién abrazados pasen por él para ayudar a despertar al poder de la magia de sangre. El sujeto debe recordar las sensaciones de los; flujos de sangre durante el ritual; la mayor parte de los tremere es capaz de hacerlo después de la primera aplicación.
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