Sistema: el invocador de la Transubstanciación tiene que emplear un cuarto de su sangre (volumen, no puntos). La sangre del cáliz permanece inalterada hasta que es bebida y se extiende por el organismo del sujeto, momento en el que se convierte en sangre del Consejo de los Siete. Esto supone el primer paso hacia el vínculo completo con el consejo en pleno, pero a la vez garantiza que no se puede robar la vitae de los consejeros. Como la vitae está en el organismo del sujeto, cuenta como si fuera de él si se extrae posteriormente. En realidad, no hay nada que obligue físicamente a usar este ritual sobre un neonato. Un pocos neonatos tremere se sustraen al proceso, el cual podría usarse igualmente para producir un vínculo más fuerte en tremeres más viejos e incluso en ghouls o vástagos de otros clanes. Los vástagos de las generaciones 14ª y 15ª, ghouls y aparecidos no son capaces de llevar a cabo este ritual; su sangre no es suficientemente fuerte como para canalizar el poder de los miembros del consejo.
Ritual Nivel 03 - Transubstanciación de los Siete
Es conocido incluso fuera del clan que muchos tremere profesan lealtad al clan a causa de la sangre, pero la amplitud de esa lealtad y cómo se consuma es un misterio. Prácticamente todos los tremere mantienen un vínculo con débil con el Consejo de los Siete a través de la mezcla de a sangre de éstos. Por supuesto, el Consejo no espera que cada neonato peregrine a Viena para beber su sangre. Y tampoco puede enviar su sangre por el mundo. Ambas soluciones son demasiado complicadas y peligrosas, ya que cualquier vástago podría pensar en robar la sangre o en interceptar a los neonatos y eliminarlos antes de que se conviertan en una amenaza. Para solucionar este problema, la mayor parte de los regentes conoce este ritual. Tras el Abrazo, normalmente los neonatos tremere tienen que realizar un juramento, pero el regente que preside la celebración (o el mago de mayor rango presente) acaba el proceso con la Transubstanciación. El invocador llena un gran cáliz con su propia sangre y entona las sílabas del ritual. El neonato, que aún está adaptándose al nuevo fenómeno de la sed de sangre, bebe el contenido del cáliz completo. Cuando la sangre entra y se extiende por su organismo, el ritual la transforma místicamente en la sangre de los Siete. Esto significa que el ritual pone al neonato un paso más cerca del vínculo total con el consejo sin el peligro de que alguien robe la sangre de los consejeros. La Transubstanciación se considera un requisito para que un neófito sea considerado socialmente un verdadero miembro del clan. Por eso inmensa mayoría de los regentes aprenden este ritual, lo que de paso asegura que la mayor parte de los regentes sean taumaturgos competentes. Incluso en capillas donde el regente no conoce este ritual tiene que haber alguien que lo conozca que tome parte en el proceso de cada Abrazo, a menos que el desventurado sire quiera arriesgarse a sufrir la ira de su clan. Los que pasan por él, e incluso muchos de los que lo practican, ignoran cómo funciona realmente el ritual. Obviamente, la sangre transmutada es la del Consejo de los Siete, pero ¿cómo son de vastas sus reservas que son capaces de transfundirla a capricho de los que activan el ritual? ¿A dónde va la sangre del neonato? Los rumores de que existe una bóveda cerca de Viena con viales sellados y preservados llenos de sangre de todos los vástagos que han pasado por este ritual no pueden ser ciertos, ¿verdad?
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