Sistema: el taumaturgo, como parte de los requisitos del ritual, perderá temporalmente un punto permanente de su reserva de sangre. Éste se invierte en el ghoul que desee salvaguardar. El taumaturgo debe emplear un segundo punto de sangre en alimentar a su ghoul, quien retendrá ese punto de sangre en su organismo hasta el momento de su muerte (el ghoul sigue sin poder utilizar disciplinas, ni utilizarlo para curarse, etc.). Cuando fallezca, ese inaccesible punto de vitae salvará al ghoul de la Muerte Final y lo convertirá en un vampiro del mismo clan que el lanzador, por lo general tras el tiempo suficiente para que los asesinos del ghoul abandonen la escena del crimen. El punto de sangre temporal vuelve al taumaturgo una vez el ghoul sea uno más de la Estirpe.
Ritual Nivel 04 - La Maldición Retardada
Los brujos suelen reservar este ritual para algún ghoul al que estimen más que a los demás, o para alguien cercano al detenido corazón del taumaturgo. Al llevar a cabo este ritual sobre un ghoul, el taumaturgo se asegura la supervivencia de su siervo, puesto que en el momento en que el ghoul muera, la sangre vampírica que corre por sus venas se activa y lo resucita como vampiro de pleno derecho. El taumaturgo debe marcar al ghoul con su sello, el cual desaparecerá una vez aquel se una a las filas de los no muertos.
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