El siguiente elemento necesario es el propósito activo del mago de alterar el mundo de algún modo. Sin voluntad, todos los demás principios permaneces inactivos. El Principio de la Sangre no representa más que el poder en potencia para la magia de sangre, el Principio de la Voluntad libera este potencial.
Según este principio, ninguna magia se produce de forma espontánea. Sencillamente es imposible crear magia de sangre si no existe la intención de crearla. Un aprendiz no puede hacer que sus ojos hiervan ni convertir su sangre en arañas sólo mientras examina un tomo antiguo, Si tal fuera el caso, la investigación de la magia de sangre seria todavía mas delicada de lo que ya es.
Antes de que te formes una idea equivocada, este principio no protege contra la aplicación mal dirigida de la magia de sangre. Es completamente posible intentar generar un efecto y debido a algún error durante su ejecución, crear otro distinto.
Nada en el Principio de la Voluntad puede evitar que un magus invoque a un demonio desde las profundidades del infierno, mientras intenta crear un Ayudante Sanguíneo. Claro está, un error así es de lo más improbable, dada la precisa naturaleza de las fórmulas herméticas, pero lo que quiero dejar en claro, es que el principio de la voluntad es un factor restrictivo, no un mecanismo de seguridad.
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