Todos los Assamitas en algún momento aceptan la posibilidad de que una noche podrían caer en batalla. Si esa fatídica noche esta por venir, los brujos Assamitas han proporcionado una manera en que el clan puede reclamar lo que es legítimamente suyo. Estando descalzo sobre tierra y bajo el cielo nocturno abierto, el hechicero pide que su sangre sea transportada a la montaña en el momento de su muerte final. Bajo la supervisión ceremonial de sus compañeros assamitas, su sangre se convierte en una, en la Sangre del Corazón del clan, volviendo a la sangre de Haquim, de la cual es descendiente hasta su ultima instancia.
Sistema: los efectos de este ritual duran hasta un número de salidas de sol iguales a los éxitos conseguidos durante la tirada de activación. Cuando el hechicero llega a su muerte definitiva, toda su sangre se filtra a través de sus poros y es reclamada por la tierra, transportada místicamente hasta el Alamut. Si su muerte llega como el resultado de ser diabolizado, el diabolista siente que toda la sangre drenada del assamita comienza a salir de su cuerpo causando una serie de daños letales iguales a los éxitos conseguidos en la tirada de activación. La diablerie aun se considera efectuada, pero queda sin sangre en el acto, lo que podría provocar una tirada de Autocontrol para evitar el frenesí de hambre.
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