Tal unión es una obligación que no se toma a la ligera, ya que los conectados tienen la obligación de vengar a un caído que haya sido traicionado o haya sufrido una muerte sin honor. Aquellos que se encuentren ocupados con asuntos vitales para el clan o que sean físicamente incapaces de viajar pueden enviar a sus agentes, pero los Hijos de Haquim que escapen a sus obligaciones pueden encontrarse de repente con un enfrentamiento con su propio clan.
Sistema: un hechicero puede conectar a un número de individuos igual a su puntuación en Ocultismo. El invocador usa un cuenco de madera para recoger dos puntos de sangre de cada cainita participante. Éstos se sientan en torno a un fuego abierto meditando sobre su conexión con los demás. Durante la hora siguiente, el hechicero calienta la sangre sobre el fuego hasta que se evapora el último resto. A menos que se falle la tirada de invocación, el ritual entreteje los destinos de los presentes como se ha descrito. No hay manera conocida de impedir la transmisión de los momentos finales de una muerte, y no hay ningún límite respecto a la cantidad de grupos a los que se puede pertenecer. Los invocadores que deseen formar parte del grupo pueden hacerlo sin problemas, pero cuentan para el límite de personas que pueden ser conectadas.
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