Abundan las leyendas de poderosos hechiceros que invocan objetos de gran poder en sus manos solo con un gesto. Se rumorea que este ritual fue creado por Etrius durante el calvario de Ceoris, cuando el clan necesitaba estar armado en cualquier momento. Este ritual permite unir místicamente un objeto especialmente preparado con su vitae. Solo pronunciando el nombre del objeto, el lanzador puede teletransportarlo directamente a su mano, en una luz negra brillante.
Sistema: la Translocación del Recipiente requiere que el taumaturgo vincule un objeto con su vitae, este objeto debe ser suficientemente pequeño, para poder ser levantado fácilmente con una mano, algunos ejemplo podrían incluir a un bisturí, un palo, un bolso, una bolsa o una varita. Para iniciar el ritual, el taumaturgo debe empapar el objeto con un punto de su sangre, durante la noche el objeto absorberá lentamente la vitae creando un vinculo de simpatía entre el objeto y el taumaturgo, el lanzador puede cortar este enlace en cualquier momento gastando un punto de Fuerza de Voluntad o si el objeto se destruye. Cuando el objeto termina de absorber su sangre, dibuja un círculo de protección en la tierra con sal purificada y otro punto de sangre, este círculo debe ser lo suficientemente grande para rodear completamente al objeto, una vez que esta terminado el taumaturgo coloca al objeto dentro del círculo de protección, el cual puede ser invocado por el taumaturgo desde cualquier parte del mundo solo pronunciando su nombre, el lanzador debe extender su mano, recitar el encantamiento con el nombre del objeto y aparecerá en su mano.
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