Un curioso ritual sincrético que combina Vodoun haitiano con imágenes e ideas extraídas de un cómic, la Picadura del Barón Zaraguín es un poderoso ritual defensivo. El ritualista debe beber sangre mezclada con LSD justo antes del amanecer y pasar el día en un ataúd de madera que contenga al menos diez escorpiones vivos. Las visiones que el vampiro sufre durante su largo día de confinamiento, combinado con las picaduras de los escorpiones enojados abren su mente a la comunión con el Barón Zaraguín, el patrón de los escorpiones y las arañas.
Sistema: Por cada dos éxitos (redondeados) tirados para activar el ritual, el vampiro toma un nivel de daño letal por las picaduras del escorpión, este daño no se puede ser curado normalmente. A cambio de soportar las picaduras de los escorpiones, el vampiro gana la bendición del Barón Zaraguín por una noche por éxito. Durante este tiempo la dificultad de las tiradas para afectar al vampiro sobrenaturalmente (como la Dominación o Majestad) o leer su aura o su mente aumenta a 9. Además, cualquier personaje que intente usar tales poderes contra el hechicero sufre un punto inquebrantable de daño psíquico por cada 1 dado en el intento. Si tal tirada realmente se convierte en daño letal, el personaje también tendrá una breve visión de un escorpión espiritual gigante, una manifestación del Barón Zaraguín que lo golpeara con su cola en la frente, por la afrenta.
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