El mago de sangre Akhu lanza este ritual sobre una estatua perfectamente hecha en oro, lacada o petrificada de madera, mármol o algún otro material costoso. El Setita recita en antiguo egipcio "Oh Shabti, si soy llamado por el sueño de Ser, o si el sol brilla sobre mis labores, les pido que traigan las arenas del este al oeste y juzguenme con sus ojos". Entonces el Shabti despertara respondiendo "Lo haré, en verdad estaré aquí cuando me llames". Desde allí hacia adelante, la estatua está habitada por un sensible espíritu funerario. Puede luchar (no puede volar, aunque la estatua tenga alas) pero no es capaz de hablar o de tener un comportamiento creativo. El Shabti efectivamente es como un Golem. Un Shabti se mueve muy lentamente y no está en forma como para batallas ofensivas, pero es un defensor excepcional. Esta criatura es infaliblemente leal a su creador y hará guardia al vampiro por cien años si es necesario.
Sistema: la estatua debe ser al menos del tamaño humano (aunque puede ser hasta tres veces más grande y puede tener una forma bípeda o de un animal egipcio) y debe ser hecha por un jugador con al menos Alfarería 4 (y por los materiales que requiere, sera inconmesurablemente costoso). El jugador del Setita lanza Carisma + Ocultismo (dificultad 8). Una vez que se crea un Shabti, el espíritu permanece hasta la próxima vez que su lanzador despierte, que sera la próxima puesta de sol, o después de cien años de letargo), en ese momento la estatua se desmorona hasta el polvo y el espíritu funerario es liberado. Independientemente de su tamaño o forma, un Shabti tiene cuatro niveles de salud, cuatro de Fuerza de Voluntad y seis puntos en cada Atributo Físico, ademas de dos puntos en todos los otros atributos. Estas construcciones pueden necesitar pasar un punto de Fuerza de Voluntad para moverse durante un turno, de lo contrario estarán estacionarias. No se ven afectadas por poderes mentales o sociales, con la excepción de poderes que quitan espíritus (como el robo del alma) los cuales destruyen inmediatamente al Shabti.
Nota: En el antiguo Egipto, los faraones y los sacerdotes fueron puestos a descansar rodeados de adoradores, criados, protectores y tutores, a veces estos individuos eran pobres humanos sacrificados para este propósito. Otras veces los sirvientes y protectores eran Shabti, o el "contestador" en el antiguo lenguaje egipcio, es una estatua funeraria ornamentada y encantada para cobrar vida y servir a su creador.
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