Sin embargo, la verdad más importante revelada por esta visión es la del destino final. Un mortal predestinado a morir en poco tiempo aparece cubierto de manchas negras indicativas de su fallecimiento. La víctima de un asesinato muestra heridas que supuran una sustancia como pez, mientras que la víctima de una plaga manifiesta úlceras espectrales, y así también con otras causas de muerte. Es imposible determinar cuándo fallecerá exactamente alguien predestinado a morir. Generalmente, las manchas se oscurecen conforme se acerca la muerte, pero una muerte muy violenta podría resultar en manchas aparentemente muy oscuras mucho tiempo antes del final.
En definitiva, el vampiro sólo sabe que la muerte triunfará pronto, y quizá obtenga indicios de cómo sucederá. La información no es en ningún caso suficiente como para evitar la muerte, suponiendo que se pueda cambiar el destino.
Sistema: los efectos en el juego de este ritual, caso de que los tenga, se dejan a la decisión del Narrador. El ritual es mayormente una manera de ampliar la información que se obtiene mediante los sentidos, lo que el Narrador tendrá que tener en cuenta al narrar los pormenores de las percepciones del vampiro. La segunda visión que otorga este ritual dura hasta la próxima vez que el vampiro se retire a descansar.
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