Muchos vampiros han comparado el efecto de Melpómene con la Dementación de los Malkavian por su capacidad para provocar la locura, pero mientras Dementación parece un refinamiento de Dominación para afectar a la mente, Melpómene tiene un efecto sutil más similar a la Presencia. En cualquier caso, su utilización de la voz y el sonido para conseguir efectos sorprendentes es innegable.
Las Hijas de la Cacofonía surgieron como una línea de sangre distintiva en algún momento durante el siglo XIX. Antes de ese momento, por supuesto, siempre habían existido Vástagos que consideraban la música y el canto como una forma para permanecer cuerdos. Los eruditos vampíricos creen que las Hijas surgieron de la sangre del Clan Toreador (debido a su apasionado impulso artístico) o Malkavian (debido a su tendencia a provocar la locura a su alrededor), pero sus poderes sobrenaturales parecen señalar más hacia el Clan Ventrue. Se trata de una cuestión de debate, pues la “primera” Hija de la Cacofonía es desconocida. Sin importar sus orígenes, las Sirenas (como son llamadas en los círculos de la Estirpe) son todas cantantes, y la línea de sangre siempre ha sido predominantemente femenina. La realidad es que las Hijas de la Cacofonía hacen girar sus existencias en torno al canto. Viajan por la eternidad con la música sonando continuamente en sus oídos, y eso las hace parecer distraídas o despreocupadas a los demás Vástagos. Es una de las razones, junto con su rareza, por la que ninguna de las principales sectas de los vampiros las considera las considera amenaza o poco más que un entretenimiento. Sin embargo, algunos Vástagos que han tenido la oportunidad de encontrarse con una Sirena se preguntan por qué quienes pasan demasiado tiempo escuchando sus canciones parecen haber sido cambiados por la experiencia.
Además, esta Disciplina sólo afecta a aquellos que estuvieran presentes en el momento de su uso: las Hijas de la Cacofonía no pueden “codificar” sus efectos en un CD ni enviarlos mediante las ondas de radio o Internet. Las Hijas de la Cacofonía pueden utilizar algunos de los poderes de la Disciplina de Melpómene en concierto. Si más de una Sirena utiliza el mismo nivel de esta Disciplina al mismo tiempo, la dificultad de la tirada se reduce en -1 por cada Hija que participa más allá de la primera. Sin embargo, la dificultad de la tirada no puede reducirse por debajo de 3. Los niveles de la Disciplina que se benefician de esta regla se detallan a continuación.
Los poderes de Disciplinas con una puntuación de 6 o más en ocasiones muestran varios poderes en distintos niveles; en esos casos el vampiro que incremente su poder simplemente elige el que quiere. Algunas Disciplinas tienen más opciones que otras; normalmente esto significa que existen más aplicaciones comúnmente conocidas de esas Disciplinas. Si el personaje quiere adquirir otra opción u opciones posteriormente, puede gastar experiencia adicional para adquirir otro poder del mismo nivel en la misma Disciplina. Los Narradores también deberían permitir a los jugadores que creen sus propios poderes de Disciplinas de antiguos si lo desean. Debe señalarse que los poderes de sexto nivel o más pueden convertirse en motivo de abuso y hacer pedazos una Crónica bien diseñada. Estas habilidades poderosas a menudo son difíciles (pero no imposibles) de adquirir, así que los Narradores deberían considerar el impacto que las Disciplinas de nivel elevado podrían tener en sus Crónicas antes de permitirlos.
Desarrollar Disciplinas
Los jugadores comienzan el juego con tres círculos para gastar en las Disciplinas de su clan, indicadas en la descripción de cada uno en el Capítulo Dos. Los Caitiff pueden elegir cualquier Disciplina que deseen, siempre con el consentimiento del Narrador. Los personajes también pueden aprender Disciplinas “externas” mediante el gasto de puntos gratuitos o de experiencia (y siempre que se disponga de un maestro, de nuevo, con el consentimiento del Narrador). Aprender una nueva Disciplina ajena al clan requiere que el maestro alimente al estudiante con un punto de su sangre antes de que comience la instrucción, para iniciar el lazo místico con la Disciplina enseñada. Mejorar el conocimiento de una Disciplina ya conocida no requiere esa transferencia de sangre (aunque algunos maestros sin escrúpulos pueden afirmar que sigue siendo necesaria). Los Narradores pueden decidir que algunas Disciplinas son más o menos difíciles de adquirir, dependiendo de su Crónica. Por ejemplo, por lo general es más fácil que un vampiro aprenda un poder extendido que comparten muchos clanes como Potencia en lugar de Taumaturgia, que por lo general es dominada por los Tremere y unas pocas líneas de sangre, pero en una Crónica diseñada por completo en torno a la búsqueda y adquisición de poder por parte de una capilla Tremere rebelde el desarrollo de la Taumaturgia podría resultar mucho más sencillo de aprender y adquirir.
Nota: A no ser que se indique en la descripción, activar una Disciplina no cuesta ni puntos de sangre ni Fuerza de Voluntad.
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