Sistema: El Koldun arroja la Sangre necesaria a un río, corriente u otro curso de agua. Hasta el flujo de nieve derretida o una lluvia intensa son suficientes para hacer uso de este Poder. Si es el propio Danubio o uno de sus afluentes, no es necesario el gasto de Sangre en absoluto. Entonces se hace la tirada de activación (Atributo: Carisma); si se supera, un espíritu del agua aparece ante él y le servirá (como pueda) durante tantos días como éxitos obtenidos. Este tiempo puede extenderse en cualquier momento antes de que expire arrojando más Sangre al agua; un punto de Sangre extiende la servidumbre del espíritu un día adicional. Lo que puede hacer el espíritu es bastante limitado; puede conversar con el Koldun, compartiendo lo que sabe, o puede entregársele un mensaje para que lo lleve a algún otro lugar. El espíritu estará más que contento de hablar de lo que sabe; los espíritus de río pueden ser bastante parlanchines y se aconseja que el Tzimisce ayude al espíritu a conducirse hacia los temas que le interesan a menos que le entretenga oír durante horas prosaicas descripciones de los campos colindantes. Los espíritus sólo son capaces de remontar y descender su corriente de agua (contra corriente son mucho más lentos que a su favor), así que el receptor del mensaje debe ser alguien que pueda encontrar en su viaje. Otros métodos implican dar instrucciones al espíritu para ir a un lugar a lo largo de su camino y entregar el mensaje a la primera persona que encuentre, aunque obviamente esto también tiene sus inconvenientes. Un Koldun también podría rogar a un espíritu acuático que permaneciese en un lugar y vigilara en busca de intrusos u otras amenazas, y luego desplazarse rápidamente a lo largo del río para alertarle del peligro si éste se presentase.
Nivel 01 - Voces del Danubio
Originario del Bosque Negro y atravesando una docena de naciones en su ruta para vaciarse en el Mar Negro, el poderoso Danubio ha sido la arteria que ha sustentado a incontables imperios durante tanto tiempo como el que la gente lleva viviendo en sus orillas. Y a lo largo de todos ellos, los Tzimisce se han mantenido vigilantes. Los Koldun conocen su verdadero valor, ya que los espíritus del río les hablan, transmitiéndoles lo que saben o portando mensaje por ellos a cambio de una pizca de la Vitae vampírica del hechicero.
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