Un vampiro puede usar este poder para incapacitar a su víctima con una simple mirada, pudiendo manipular sus funciones intelectuales básicas. Aunque se limita a introducir sugestiones mentales, éstas son lo bastante poderosas como para matar: puede ordenar al corazón de su víctima que deje de latir o hacer que sus ojos queden cegados. Sólo unos pocos Ventrue aprenden esta técnica particularmente letal de sus mayores. Estos poderosos asesinos eliminan los problemas de forma permanente cuando fallan los medios más sutiles.
Sistema: El jugador tira manipulación + medicina (a una dificultad igual a la fuerza de voluntad del objetivo +2; las personas con una gran fuerza de voluntad son inmunes a este poder si la dificultad pasa de 10). Los efectos durarán tantos turnos como éxtiso haya obtenido. El jugador debe escoger el efecto exacto que desea provocar antes de hacer la tirada. Puede afectar cualquiera de las funciones básicas del cuerpo, incluyendo los latidos del corazón, la respiración, el sentido de la vista, el del oído, o incluso la transpiración. El vampiro es capaz de detener y reiniciar cualquiera de estas funciones, o alterar su ritmo como desee. El Narrador determina el efecto sobre la víctima. Por ejemplo, un mortal cegado durante tres turnos caerá en el pánico, mientras que uno cuyo corazón se detenga morirá con toda probabilidad. Este poder funciona también con los cainitas, aunque los efectos pueden ser distintos: manipular el corazón de un vampiro no servirá para nada, pero si queda ciego, está casi tan indefenso como un mortal en su mismo caso.
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