Algunos Nigromantes de la Tal'Mahe'Ra recogen fragmentos de pelo, hueso ceniza o carne de sus enemigos como recordatorio de una victoria. Usando la nigromancia utilizan estos restos para crear un residuo parecido a la pintura con el cual decoran máscaras de porcelana conocidas como "cabezas de muerte". Una vez activada, dicha máscara hace que su portador (que puede ser cualquiera, no solo el nigromante que la fabrico) aparezca como un fantasma, siempre y cuando lleve puesta la máscara. En el mundo físico, el portador se ve translúcido y fantasmagórico (pero no obtiene ninguna habilidad especial como atravesar objetos físicos o cruzar a las Tierras Sombrías). En las Tierras Sombrías el portador puede hacerse pasar por un espectro, incluso entre los verdaderos fantasmas. El aura de su portador se vuelve pálida, como la de un fantasma (y quien la vea pensara que es un espectro) pero esto no oculta ni altera ningún patrón de colores (como las rayas de la diablerie).
Sistema: al pintar una una Cabeza de Muerte queda encantada, pero estará inactiva hasta que sea utilizada. Una vez activada (colocándose la mascara), la máscara se desmenuza en polvo, dejando un patrón débil de marcas blancas de hueso a través del rostro del usuario. Si el portador quiere terminar el efecto, los patrones suaves se funden en nada y el usuario vuelve a su estado normal de apariencia física. Un nigromante solo puede crear una Cabeza de Muerte a la vez. Cualquier máscara ya existente sera destruida (o si esta activa, su efecto sera cancelado) cuando una segunda máscara es creada. Toma una noche complete crear una Cabeza de Muerte.
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