El Lhiannan inscribe el nombre de uno de sus enemigos sobre su cuerpo con vitae; el idioma o símbolos que utilice quedan a su elección. Cuando el nombre está inscrito y el enemigo puede verlo, unos espíritus siniestros quedan vinculados al nombre y promulgan una maldición sobre el sujeto. La maldición se activa en el momento en el que la víctima ve su nombre garabateado en sangre.
Sistema: El jugador gasta tres puntos de sangre. El Lhiannan deberá deberá escribir el nombre de su rival con vitae y hacerlo en una parte expuesta de su cuerpo. El jugador deberá escoger qué maldición quiere lanzar contra el objetivo de la lista que se encuentra bajo estas líneas. La maldición comienza a hacer efecto tan pronto como el blanco ve su nombre inscrito. No es necesario que entienda el lenguaje escrito, pero si puede hacerlo, podrá resistirse a la maldición mediante una tirada de astucia + ocultismo (dificultad 8). Las maldiciones que se detallan expiran cuando el glifo se borra, desgasta o queda mutilado cuando el Lhiannan sufre cuatro o más niveles de daño. La maldición funciona de forma diferente dependiendo de la zona corporal en la que se inscriba el nombre.
•Cuerpo: Inscribe el nombre sobre los brazos, las piernas o el estómago. El cuerpo de la víctima enferma y se debilita (+2 de dificultad en todas las tiradas físicas y todas las penalizaciones por heridas aumentan un dado) o, en el caso de los Cainitas, la víctima no podrá invertir más que un punto de sangre por noche, es decir, lo básico para permanecer activo.
•Mente: Inscribe el nombre a lo largo de la frente. El oponente está confuso porque partes de su mente se desconectan las unas de las otras; deberá gastar un punto de fuerza de voluntad para hacer cualquier tirada de conocimiento, para usar una habilidad mágica o disciplina (todas salvo potencia, fortaleza y celeridad). La tirada de fuerza de voluntad no le garantiza un éxito seguro en esa tirada; sencillamente le permite hacerla.
•Voz: Inscribir el nombre sobre la garganta. La víctima pierde la capacidad de habla; podrá gruñir o gemir, pero no pronunciará palabras.
•Alma: Inscribe el nombre en vertical sobre el esternón y el corazón. El sujeto pierde su capacidad para resistirse a la Bestia; las dificultades para eludir el frenesí aumentan en dos. Los no Cainitas se ven superados por el terror; el objetivo tendrá que abandonar a toda prisa el territorio del Lhiannan, a menos que salga exitoso de una tirada de coraje (dificultad 8)
0 comentarios:
Publicar un comentario