Sistema: para activar la Adaptación hay que gastar un punto de Fuerza de Voluntad. El poder perdura hasta que se cancela de forma consciente o hasta que el personaje agote su sangre. La Adaptación hace que el personaje altere automática e instintivamente su cuerpo en respuesta a estímulos externos, pudiendo así sobrevivir a cualquier dificultad que se le venga encima. El cómo sean estos cambios queda en manos del Narrador, pero cada cambio cuesta un punto de sangre y tarda de uno a tres turnos en completarse. Por ejemplo, si el personaje cayera por un profundo precipicio, se ablandaría su cuerpo para absorber el impacto. En un incendio, la sangre se agolparía en la superficie para evaporarse antes de que las llamas toquen la piel. Si el personaje está huyendo o persiguiendo a una presa, las piernas se alargarían y se harían más musculosas. En combate, el corazón queda protegido tras una armadura ósea y los brazos se alargan y fortalecen. El cuerpo del Gangrel también variará para evitar daños o sanar heridas, de la misma forma que aparece descrita en Forma de la Bestia Interior . Las posibilidades son infinitas, y, en cada caso, el Narrador debe estar preparado para asignar los efectos del cambio en el juego.
Nivel 09 - Adaptación
Los miembros del clan Gangrel son, ante todo, supervivientes, y los más antiguos Matusalenes pueden ejemplificarlo a través del poder de Adaptación. El poder permite al cuerpo del Gangrel elevarse sobre sus propios instintos de supervivencia, dando rienda suelta al poder de metamorfosearse. Un Gangrel con Adaptación es virtualmente imposible de destruir, a menos que se quede sin sangre.
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