Secundario - El Arte de la Memoria

Uno de los rasgos más apreciados que un miembro de los Elegidos de Caín puede poseer es la capacidad de retener y almacenar información vital en el lugar más seguro posible: su propia mente. Este Conocimiento representa el nivel de esfuerzo invertido por su poseedor para lograr ese objetivo: poder catalogar la información en los rincones más ocultos del cerebro de forma rápida y sin dejar rastro. El Conocimiento se apoya en las antiguas técnicas mnemotecnias utilizadas para traducir datos y cifras a un lenguaje simbólico formado por imágenes sin conexión alguna, por medio de las cuales el cerebro puede almacenar la información y más tarde recuperarla rápidamente, simplemente volviendo a traducir las imágenes a los elementos básicos de esa simbología concreta. Cada segmento de la información vuelve entonces a su forma original. Este sistema permite que la información pueda ser recuperada voluntariamente de forma rápida y eficiente, y al mismo tiempo, que esté protegida de un escrutinio no deseado. Si se lee la mente de alguien que domine esta habilidad, lo más probable es que a cambio de sus esfuerzos el intruso obtenga una desordenada serie de imágenes aparentemente aleatorias, o a veces simplemente formas y colores. Siempre que se trate de una tirada cuya función sea proteger la información oculta en la mente, habrá que sumar a la reserva de dados los puntos que tenga el personaje en este Conocimiento. Esto obviamente es aplicable en cosas como la Telepatía y algunas aplicaciones de Dominación, pero también es apropiado cuando se está siendo torturado. La Mano anima a todos sus reclutas a que estudien los fundamentos de este Conocimiento, y a aquellos que destacan en esta técnica es normal que se les vaya dando cada vez más responsabilidades dentro de la subsecta, lo que frecuentemente conlleva a recompensas políticas y sociales.

• Novato: conoces uno o dos trucos para convertir información mentalmente.
•• Practicante: eres capaz de almacenar cantidades de información importantes en un código simbólico.
••• Competente: solo un interrogador muy diestro será capaz de descubrir tus secretos.
•••• Experto: el procesar información simbólicamente es como una segunda naturaleza para ti.
••••• Maestro: luna, lata, cuchilla de afeitar, espejo, trece. Exactamente.

Poseído por: miembros de la mano negra.

Especialidades: Vasto almacenamiento Mental, Resistencia a Interrogatorios, Procesamiento Rápido. 

Ars Memoria, El Arte de la Memoria

La leyenda cuenta como hace mucho tiempo el poeta Simonides fue contratado para que compusiera y recitara unos versos para un banquete. Por desgracia, era lo suficientemente piadoso o tradicional como para comenzar su recitado con unas pocas líneas de alabanza a los dioses, antes de continuar con lo que toda seguridad sabía que era su verdadero trabajo esa tarde: lisonjear al anfitrión. Éste pagó a Simonides únicamente la mitad de los honorarios y le dijo con un bufido que pidiera a los dioses que le pagaran el resto.

Moraleja numero uno: si alguna vez te encuentras metido en una fábula, lleva cuidado con lo que dices. Un criado le dijo a Simonides que en la puerta había dos jóvenes a caballo que preguntaban por él. Simonides salió pero no vio a nadie. Mientras estaba en la puerta extrañado, la sala donde se celebraba el banquete se vino abajo detrás de él. Cuando los lugareños fueron a enterrar a los muertos, los cuerpos estaban tan destrozados que no era posible identificarlos. Sin embargo, Simonides se do cuenta que podía recordar exactamente dónde había estado sentado cada uno de los invitados y fue capaz de identificar todos los cadáveres por su ubicación entre los escombros. Castor y Pollux (los dos jóvenes jinetes) se habían encargado de la mitad que correspondía a los dioses. Así es como nació El Arte de la Memoria.

Moraleja numero dos: los Dioses no tienen por qué pagar en efectivo. El Arte de la Memoria es un sistema de mnemotecnia bien conocido ya en la Antigüedad clásica y a lo largo de todo el Renacimiento; un logro que alcanzaron los clérigos y los nobles de forma conjunta, y que se extinguió unicamente tras la aparición de la imprenta. Muchos de los Cainitas nacidos antes de que el saber leer y escribir fuera algo habitual tienen una capacidad de memorizar que causa asombro entre sus chiquillos. No obstante, se dice que los verdaderos expertos en El Arte de la Memoria podían realizar proezas como la de memorizar todos los artículos, precios y compradores de una subasta que había durado todo un día y recordarlos sin ningún esfuerzo varios días después.

La Mano ha preservado este antiguo arte por motivos obvios. Cuantos menos secretos estén puestos por escrito, con menos secretos se tropezarán los ojos del enemigo. Los miembros que trabajan en lo más profundo de los territorios hostiles deben viajar ligeros de equipaje y no siempre van a poder ponerse en contacto con sus compañeros para que les refresquen la información, con frecuencia compleja, relacionada con sus misiones. El Arte de la Memoria se basa en el hecho de que el cerebro recuerda mejor las imágenes visuales. sobre todo las más inusuales y vívidas que otros tipos de información. Un practicante de este arte elige un edificio que conoce muy bien, a ser posible uno con muchos recovecos y grietas (por ejemplo, el claustro de su viejo convento) y mentalmente se pasea por él. Entonces en cada recoveco o grieta se imagina una imagen llamativa que puede asociar con uno de los elementos de la lista de cosas que debe memorizar. Con frecuencia la asociación con las imágenes se apoya en un juego de palabras y si esas imágenes además evocan una emoción fuerte, como regocijo o repugnancia, pues mucho mejor. Cuando el practicante desea recordar los elementos de la lista, simplemente vuelve a visitar su escenario mental y se da otro paseo. Con la práctica, la información puede ser recuperada incluso varios meses después. Los más expertos pueden tener varias de estas edificaciones mentales y en cada una almacenar una información diferente; resulta fácil borrar y "sobrescribir" la información antigua que ya no se necesita. Los verdaderos maestros ni siquiera necesitan el apoyo de estas edificaciones. En su lugar, utilizan como marco sistemas vertiginosamente complejos con círculos que se entrecruzan, u otras construcciones abstractas. La vieja expresión retorica "en primer lugar... en segundo lugar..." tiene su origen en El Arte de la Memoria. Para los agentes de la Mano, almacenar información de esta forma tiene el beneficio adicional de que puede causar una posible confusión a cualquiera que intente arrancársela de la mente a un practicante. Como todo se almacena de forma simbólica y el lenguaje simbólico suele ser bastante idiosincrásico, se crea una capa de abstracción que debe atravesar todo aquel que intente leer la mente, si es que quiere llegar hasta el verdadero significado. Tal como alguien dijo en una ocasión: "No hago más que preguntarle por las contraseñas y lo único que me devuelve es una imagen del Lourve en el que no hay ningún cuadro que esté bien". Además, la información que se almacena en las edificaciones imaginarias no es siempre inofensiva. El practicante sabe cómo saltarse una alcoba siempre que pasea por el "convento", pero si un interrogador tropieza con ella, esto desencadena una orden implantada mediante Dominación que hace que olvide completamente toda esa información. La imagen mental que los operativos capturados utilizan in extremis para activar el Beso de Áspid también se almacena utilizando técnicas del Arte de la Memoria.