Hay muy pocos Ravnos que pretenden ser miembros de la Camarilla y lo dicen en serio. Los Ravnos de la Camarilla nunca más son aceptados entre sus compañeros de clan, y solicitan socorro donde pueden. Para algunos, soportar a los antiguos sin sentido del humor de la Camarilla es preferible a una muerte rápida, y por eso tratan de sujetar sus tendencias socialmente inaceptables lo suficiente para evitar morir a manos de sus nuevos compañeros de juego.
Un puñado de príncipes tiene a “Ladronzuelos” Ravnos trabajando para ellos para robar objetos poderosos e información de sus enemigos; se hace la vista gorda sobre un poco de diablerie realizada al servicio del príncipe, mientras que sea alguien del otro bando el que recibe el mordisco.
Decir que sus hermanos de la Camarilla desconfían de los desertores Ravnos es un eufemismo. Por suerte, hay tan pocos Ravnos en la Camarilla que la mayoría de los vampiros no han tenido que probar sus prejuicios en combate. Y aquellos que les insultan o les hacen saber su disgusto suelen echar en falta algún objeto valioso, como una joya, un documento o el hígado de su ghoul favorito, por sus molestias. Sólo porque un Ravnos se una a la Camarilla no quiere decir que deba comportarse bien o ser amable.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario