Si los arcontes y los justicar son las agencias policiales de la
Camarilla, los alastores son el servicio secreto. Moviéndose invisibles y
desapercibidos por toda la Camarilla, sirven a una gran variedad de
propósitos bajo el mando del Círculo Interior. Sin embargo, se dedican
fundamentalmente a cazas implacablemente a los Anatemas. Aunque la
existencia anónima de los alastores puede ser difícil, también tiene sus
compensaciones, especialmente en forma de una inmunidad más o menos
universal ante las acusaciones de los príncipes locales. Esta inmunidad
no se observa siempre, y hay habido un cierto número de juicios de
príncipes que descubrieron y ejecutaron alastores por delitos cometidos
mientras realizaban su tarea. Sin embargo, cada vez se tiende a conceder
una mayor libertad de acción a estos investigadores errantes, ya que la
importancia de localizar a los enemigos de la secta cada vez es mayor.
Los alastores normalmente son arcontes de talento excepcional, que son
reclutados en secreto por el Círculo Interior para su promoción en el
servicio secreto. Como la mayoría de los arcontes están vinculados con
sangre a sus justicar, los mecanismos para dicho ascenso serían campo
abonado para todo tipo de especulaciones, si alguien, además del Círculo
Interior y otros pocos, supiera de la existencia de los alastores.
Incluso entre los alastores de élite hay diferentes grados. Los mejores
entre los mejores (aquellos que han acabado con un Anatema de una de las
primeras cinco posiciones de la Lista Roja) reciben el nombre de
Alastores Rojos, y aparentemente cuentan con más poder y autoridad que
sus compañeros.
El Trofeo
Todo alastor que destruye a un Anatema (y cualquier vampiro que se carga
a un miembro de la Lista Roja es reclutado para ser un alastor, quiera o
no) recibe el Trofeo (que los cínicos a veces llaman la Marca de la
Bestia), un tatuaje de tinta y sangre en la palma de su mano derecha.
Los alastores con el Trofeo siempre llevan guantes para ocultar este
hecho, ya que a diferencia de los tatuajes normales, el Trofeo nunca
abandona la carne de un vampiro.
Los arcontes de alto rango y otros Vástagos suficientemente instruidos
son capaces de reconocer la marca hecha por el Trofeo (incluso a través
de los guantes); aparentemente esta tara se introdujo en el Trofeo para
que alguien pudiera vigilar a los vigilantes de la Camarilla. Si un
alastor resulta fácilmente identificable para un arconte, será sencillo
encontrar y destruir a un alastor que deserte.
Sin embargo, el Trofeo conlleva ciertos beneficios, y entre los más
importantes se encuentra la obligación a prestar ayuda automática que
tienen los príncipes y otros Vástagos que saben lo que significa la
marca. También hay otras compensaciones, entre las que están:
• La inmunidad a las cazas de sangre.
• La ruptura de cualquier vínculo de sangre existente.
• El permiso para crear progenie.
• Un favor de vida.
• Compensaciones financieras o territoriales.
• Diablerie autorizada en ciertas circunstancias.
• Instrucción en Disciplinas.
• Amnistía por delitos pasados.
• Muerte autorizada de enemigos dentro y fuera de la Camarilla (dentro de un límite).
• Amistad del clan.
• Tránsito seguro, hospitalidad, derechos de alimentación y refugio.
• Criados y permiso para crear ghouls.
No todas estas compensaciones se dan necesariamente a todo alastor, ni
se anuncian todas las recompensas. Sin embargo, recibir el Trofeo puede
ser una propuesta muy lucrativa. Ten en cuenta que la caza de la Lista
Roja no es una tarea restringida a los alastores. Teóricamente, es la
obligación de todos los vampiros de la Camarilla cazar a estos
monstruos, ya que se considera que se ha declarado contra todos una caza
de sangre permanente y universal. Sencillamente a los alastores se les
proporcionan los recursos y el apoyo para hacerlo con dedicación
exclusiva.
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