108-El talento del cazador era grande, y ellos buscaron a su Padre, y ellos vieron [...] una antigua Disciplina usaron para encontrar el camino a Shal-ka-mense.
109-Al final arribaron a ese lugar sagrado donde Caín se escondía, entre las aguas. Caín se mostró, y les dijo a ellos: «Gentiles hijos e hijas, ¿por qué alteráis mi sueño?»
110-Y trataron de atrapar a su Padre con armas forjadas y de madera, pero Caín, veloz Caín, no podría ser detenido por seres como aquellos.
111-Bajo rizadas y tempestuosas olas, más allá del pozo de Veyd-sah-me, en la gruta de Shal-ka-mense se encontraron, para abrazar la forma de su Padre durmiente.
112-¿Lo encontraron durmiendo? Lo encontraron despierto, preparado para luchar, con los ojos abiertos, sonriendo a sus viejos Chiquillos, Presentando batalla a la luz de las velas.
113-Ahora, las estrellas que, una a una, borraron sus caminos en el cielo iluminado por relámpagos. Ahora, los fuegos queman el infierno y las cenizas. Ahora, el calor revela la pira.
114-¡Demasiado tiempo! Los cazadores esperaron hasta demasiado tarde. ¡Demasiado tiempo! Junto a Veyd-sah-me se quedaron hasta ver la luz del Amanecer sobre el Rostro de su Padre.
115-Y en la cambiante, ardiente Marca, vieron el Dedo del odio de Dios, girando, ondulándose, la Palabra de Dios que hizo Cambiar el solitario sino de Caín.
116-Mientras ardían en fuegos que brillaban como los de Orco, mientras veían la carne derretirse y fundirse, mientras se quemaban junto con sus propios Vástagos, Caín bendijo más piras en su sangriento Sacramento.
117-No busquéis la sangre de vuestros Antiguos, no busquéis la sangre del Sire de vuestro Sire, no busquéis la sangre que os hizo Vástagos, pues arderéis en la pira cuando debáis pagar por vuestro crimen inmortal.
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