Aunque puede ser tentador dejar caer uno o dos Matusalenes en tu crónica, sólo para mostrar a los ancillas engreídos lo marcadas que son las diferencias de poder en el Mundo de Tinieblas, un Narrador inteligente se abstiene de hacerlo. La confianza hace perder el respeto, y cuantas más veces vean los personajes a un miembro del Inconnu, más disminuye el respeto que inspiran.
En cuanto una banda de neonatos (incluso de ancillas o antiguos) se familiariza con un miembro del Inconnu, no hay manera de resucitar el impacto que debería tener esta criatura increíblemente vieja, poderosa y extraña. Las apariciones de los Inconnu deberían ser escasas, breves y reveladoras; sólo los asuntos de la mayor importancia deberían sacar a estos reclusos vampíricos de su escondite.
Un mejor enfoque es referirse indirectamente al interés o a la interferencia del Inconnu; un oscuro observador aquí, un mensaje anónimo allí, y sobre todo una amenazadora sensación de estar siendo observado.
Debe mantenerse la sensación de misterio que proyecta el Inconnu, o si no se convierte en otro grupo de vampiros/antagonistas/ mentores/lo que sea. El Inconnu han desconcertado a la Camarilla durante más de cinco siglos, y debería ser capaz de mantener a tus jugadores alejados de sus secretos.
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