Aunque todos los antiguos comparten el miedo, el odio engendrado en la Camarilla y el impulso desesperado por prologar su cancerosa existencia, su sangre no se ha vuelto demasiado espesa como para perder su legado. Las diferencias de los clanes se presentan en los antiguos igual que en los impetuosos neonatos, a veces de manera más marcada a medida que la edad y el cansancio se van cobrando su lento pero seguro precio. La Maldición de Caín y las restricciones de la Camarilla llevan a todos los antiguos a la desintegración. Sólo la sangre de los fundadores les une entre sí y con ellos mismos.
Brujah
Los antiguos Brujah conocen la tensión existente entre su posición de poder tradicional y la postura de desacato rebelde de su juventud. De cara a los extraños, parecen exorcizarla en los alborotos y luchas callejeras, lo que da pie a los comentarios irónicos de los Ventrue acerca de la “rebelión de diseño”. Realmente, no hay nada nuevo bajo el sol, o bajo la luna. Tras unos cuantos siglos de poder, la revolución por la revolución pierde su encanto. Sin embargo, los antiguos recuerdan la antigua gloria de Cartago de noche y las llamas titilantes de Moloch y Tanith. Para estos Vástagos, cuya misma existencia da testimonio de la persistencia de las cosas muertas, Cartago pudiera volver a levantarse.
Los antiguos Idealistas creen que debe alzarse sobre las ruinas del mundo; la mayoría de los antiguos Brujah piensan que se puede fundar tras los muros protectores de la Camarilla. Los Iconoclastas más jóvenes tienen pocas esperanzas de ver más allá de la máscara de un antiguo Brujah, pero el neonato poco común que despierte los recuerdos de un antiguo puede verse en medio de un ensueño (y de una revolución milenaria). El poder de un viejo sueño tiene poca cosa, salvo quizá un soñador muy antiguo.
Malkavian
Los antiguos Malkavian, cercanos a la sangre de Malkav y que han viajado mucho desde la época de Malkav, ven los dos extremos fracturándose en uno, junto con todos los demás extremos, por supuesto. En algún lugar de esa filigrana entrelazada se encuentra el patrón, la verdad que está a la vista sólo de aquellos que sean lo suficientemente valientes para mirar resueltamente. Estos antiguos miran fijamente al mundo con una vista mejorada por un centenar de visiones llamadas alucinaciones por el que es deliberadamente ciego.
Los augurios se despliegan en cualquier actividad; una alarma de coche entona la sinfonía de la creación mientras el camino a Nod se encuentra en un intestino humano. Todo es provisional, nada es temporal. Cuando los antiguos Malkavian vuelven su mirada hacia otros, puede pasar cualquier cosa, aunque lo normal es no que suceda nada. Esta es toda una decepción para los antiguos, que cada vez prestan más atención a las cosas importantes que sólo ellos tienen ojos para ver adecuadamente.
Nosferatu
Los antiguos Nosferatu ven la reforma y el cambio del mundo de arriba como un reflejo de su propia evolución física, y los antiguos pesimistas o crueles de otros clanes a menudo están de acuerdo. Esta aparente reconstrucción del mundo a su imagen lleva a algunos antiguos Nosferatu a abogar por mantenerse a distancia de la confrontación final. Al igual que los neonatos Nosferatu se redimen a menudo gracias a sus deformidades físicas, quizá la Camarilla o toda la raza de Caín será redimida en esta época de desgracias. Otros Nosferatu señalan la desagradable semejanza entre este punto de vista y las herejías del Sabbat.
Mientras tanto, las embestidas de los Nictuku se multiplican a medida que ciertas profecías, secretas incluso para los señores vampíricos de la información, se manifiestan. ¿Aparecerán los antepasados de los Nosferatu para reformar el clan en una redención sombría? Peligro de arriba, peligro de abajo. Acostumbrados a apañárselas sin recurrir a otros y a guardar silencio como clan, los antiguos Nosferatu no están seguros de lo que deben hacer. Con un poco más de información, quizá se revele por sí solo el túnel hacia la seguridad...
Toreador
Los cambios en el mundo exterior no han dejado intactas a las artes; más bien, todo lo contrario. Keats creía que la belleza duraba eternamente; ahora incluso Keats tal vez no dure. Los ataques contra el canon de la literatura, las normas de la poesía, las leyes de la perspectiva y los principios de la armonía musical dejan a muchos antiguos Toreador sin saber comprender el arte, de la misma manera que otros antiguos quedan desconcertados ante las máquinas de fax o las granadas de fósforo blanco. Las bellezas antiguas aguantan bien, menos Shakespeare. Con el tiempo, la edad marchita y las costumbres se anquilosan. ¿De dónde saldrá la nueva belleza, cuando el arte no es más que agua sucia y los jóvenes se mutilan a sí mismos para estar a la moda? Aquellos antiguos Toreador que se introducen en el arte moderno a menudo se ven resbalando por el camino del postmodernismo hasta la auténtica anarquía y la pérdida de significado.
En cuanto todos los ídolos estén destrozados y todas las convenciones muertas, ¿qué papel va a jugar el arte como rebelión? Tanto huir hacia una reacción conservadora como abrazar frenéticamente la nueva tendencia lleva a estos antiguos al mismo callejón sin salida. No os compadezcáis del Toreador que descubre que después de varios siglos su querido arte se ha desecado, quedándose en poco más que imitación vacía y actitud banal. Compadécete, más bien, de los que están bajo su yugo.
Tremere
Los antiguos Tremere tienen menos que temer de sus propios chiquillos gracias a sus estrictas reglas de iniciación y disciplina. Por supuesto, aún deben temer los celos y el odio de otros antiguos, que siguen considerando a los Tremere engreídos intrusos en el legado de Caín. A menudo estos antiguos hacen la vista gorda ante las acciones de sus chiquillos contra intereses Tremere; esto lleva a los antiguos Tremere a cerrar su presa sobre el poder y a negar la ayuda a otros clanes.’ Hasta hace poco, el clan Tremere tenía una confianza en sí mismo única entre los clanes de la Camarilla, al creer que su dominio de las artes místicas aseguraba su supervivencia. La seguridad, como podían haber advertido otros clanes más antiguos (aunque prefirieron no hacerlo), es fugaz para cualquier Vástago.
Con una ironía que aprecian los rivales de los Tremere, el clan de brujos afronta la diablerie, el peligro predicho en su nacimiento. Los Assamitas caníbales regresan, libres por fin de los encantamientos de los Tremere, y ningún Brujo se pregunta qué clan sentirá la ira de los Asesinos en primer lugar y con más frecuencia.
Ventrue
Los antiguos Ventrue sostienen que deben echarse sobre los hombros todos los problemas de la Camarilla. Mientras otros antiguos pueden permitirse el lujo de atender sus propios jardines y llevar a cabo venganzas privadas, los Ventrue deben vigilar al Sabbat y a la Inquisición. Mientras tanto, otros clanes obstruyen o impiden medidas defensivas necesarias. Los antiguos Ventrue ven que sus recursos y su atención se estiran cada vez más; últimamente se ha dejado sentir una-cierta irritación hacia los otros clanes en sus consejos privados. Los señores Ventrue siempre han pensado que la nobleza obliga; tras cinco siglos soportando todo la carga de mantener intacta la Mascarada y conducir a los Hijos de Caín a través de todas las crisis, ese barniz de nobleza cada vez se desgasta más. Parece que incluso la paciencia inmortal tiene un límite. El orgullo cuaja lentamente en arrogancia, y el proteccionismo se convierte en condescendencia e incluso en resentimiento.
Algunos antiguos Ventrue desean en privado que caiga algún terrible desastre sobre los otros clanes para se vuelva a apreciar a los Sangreazul.
Gangrel
Algún antiguo Gangrel pasa su sangre a la progenie y después entra en letargo voluntariamente o en la Muerte Definitiva, bien por su preocupación por el medio ambiente natural (como mantienen) o por cobardía (como afirman sus enemigos). Sin embargo, los antiguos que siguen se mantienen alejados de otros vampiros y antiguos. Algunos antiguos Gangrel no dejan de viajar, cruzando el país interminablemente o incluso circundando el globo, divididos entre la repugnancia del compromiso y la persistente llamada de la lealtad hacia la Estirpe. No obstante, la alienación aprisiona a estos antiguos de la misma manera que el terror paraliza a los de otros clanes; la diferencia entre movimiento y quietud no es tan grande como pudiera parecer.
Cuando los Gangrel más jóvenes se encuentran a estos ancianos en las Reuniones, conocen lo que les aleja de las luces de las ciudades de la Camarilla. Sin embargo, cuando tales reuniones tienen lugar, se parecen a frentes borrascosos, que llevan truenos y cambios a todos los que se ponen en su camino.
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