Hay muchos tipos de ghouls, y pueden encontrarse sometidos en toda suerte de conflictos. La crónica puede incluir varias de estas ideas, sobre todo si los personajes han tenido relaciones con varios bandos a lo largo de sus carreras.
• Independientes contra Vástagos: Hay dos formas básicas de conseguir vitae, cazar vampiros o alquilar sus servicios. Por supuesto, la segunda suele implicar la primera en cierto grado. Los ghouls independientes que busquen alimentar su poder sin quedar Vinculados deben escoger con cuidado a sus presas y clientes, o se encontrarán perseguidos por toda la población vampírica de la ciudad. Haz lo que debas para sobrevivir.
• Vasallos contra Vástagos: Un criado suele hacer mucho trabajo sucio para su domitor. Puede que el peón no sea tan poderoso como el caballo o la torre, pero se espera de él que haga su parte para ganar el juego. Si eso supone sacrificarse a sí mismo, que así sea. Si no, ha demostrado que puede manejar situaciones difíciles. Los personajes pueden ser agentes centrales de las maniobras políticas de sus domitoris, realizando tareas vitales mientras sus amos charlan en el Elíseo. Este tipo de conflicto puede ofrecer un toque de apuestas elevadas al espionaje: al fin y al cabo, si los ghouls son atrapados, sus domitoris negarán todo conocimiento de sus actos, y sus captores serán libres para hacer lo que quieran con los advenedizos mortales.
• Camarilla contra Sabbat: Quizá el conflicto arquetípico de muchas crónicas de Vampiro, la guerra entre las sectas afecta por igual a los ghouls de ambos bandos. Los personajes pueden encontrarse defendiendo a sus domitoris contra los vampiros y ghouls invasores, o recibir órdenes de atacar al enemigo. Es más, hay numerosas oportunidades para cambiar de bando si los incentivos son lo bastante buenos como para imponerse al Vínculo de Sangre. Y si vence el bando enemigo pero los personajes siguen vivos, puede ser el momento de empezar de nuevo en otra ciudad...
• Vasallos contra Indómitos: Los Indómitos forman una secta razonablemente benévola, pero intenta explicarle eso a los vampiros. Es más, las reservas de vitae son limitadas, así que una célula de los Indómitos puede considerar necesario eliminar a todos los ghouls que no pueda reclutar. Los personajes pueden verse en la irónica situación de tener que luchar contra sus posibles salvadores para proteger a sus domitoris. Es un conflicto particularmente bueno, en el que la oposición está más o menos al mismo nivel de poder que los personajes jugadores, pero suelen ser inteligentes y estar bien entrenados y mejor equipados. Los jugadores tendrán que usar el cerebro y confiar en la suerte para conseguir una victoria frente a estos veteranos cazadores de vampiros.
Ghouls contra Lupinos: Es una tarea peligrosa, razón por la cual muchos domitoris prefieren delegar en sus ghouls. Cazar Lupinos puede ser una buena forma de suicidarse para todo el grupo de ghouls. Pero si tienen éxito, los Cainitas locales les mostrarán un poco más de respeto... o repararán en ellos como candidatos potenciales. Los vasallos y aparecidos no tienen por qué acaparar toda la diversión: los independientes pueden preguntarse si la sangre de hombre lobo tiene los mismos efectos que la vitae. Y, por supuesto, no hay motivo por que el que los Lupinos no puedan ir a por los personajes: los hombre lobo tienen un claro prejuicio contra la corrupción y los ghouls huelen mucho a esto.
• Ghouls contra el Vínculo de Sangre: Nadie pude enamorarse. A los vasallos se les pide que hagan algunas cosas sucias, e incluso la lealtad del Vínculo de Sangre tiene sus limites.
¿Qué podría hacer que un vasallo empezase a resistirse a la mayor pasión que jamás ha sentido? ¿Y si estaba enamorado antes de ser escogido por su domitor? Los domitoris prudentes suelen enseñar una zanahoria de vez en cuando a sus ghouls, sólo para mantener la fuerza del Vínculo... ¿Y si un vasallo se diese cuenta del juego?.
No creas que es un conflicto exclusivo de los vasallos. Un independiente puede verse forzado a beber tres veces de un vampiro o perder sus facultades sobrenaturales: sí ha sido un vasallo durante un tiempo, puede ser una elección difícil. ¿Y si el Vínculo es accidental? Los aparecidos también pueden quedar enganchados, aunque sus reservas naturales de vitae les evitan tener que recurrir a la sangre de otros. El amor y la lujuria pueden ser problemáticos de esa forma.
• Ghouls contra Mortales: Ningún ghoul debería desdeñar a la policía local. Hasta el personaje más cauteloso puede dejar bastantes pruebas de sus actos como para levantar sospechas. Además, los aparecidos y ghouls del Sabbat están con frecuencia al nivel de los asesinos en serie y pueden atraer la atención del FBI. Una historia llevada con la ley como antagonista puede imponer respeto a los ghouls.
Por supuesto, cualquiera que haya formado parte de una familia, sabe que no todos los conflictos se resuelven a tiros. Un ghoul que lleve una vida normal en algún grado (es decir, muchos vasallos) puede tener que responder ante algo más que las autoridades. ¿Y sus padres? ¿Hijos? ¿Cónyuge? ¿Cómo explica un vasallo donde ha estado los últimos días?. La Sangre no hace sino empeorar el problema: sí la presión sube demasiado, o el niño no deja de gritar, el ghoul puede volverse loco. La familia de un ghoul puede sentir de alguna forma que algo ha cambiado en mamá: pueden temerla, crisparse, encogerse y guardar un nervioso silencio cuando vuelve a casa tras uno de esos "viajes de negocios". Y si el ghoul siente todavía algún amor por su familia, este distanciamiento puede ser desolador.
• Aparecidos contra Aparecidos: Las riñas familiares no son cosa de risa con los depravados aparecidos de por medio. Aunque el Sabbat censura las rencillas internas y es probable que castigue a los aparecidos enfrentados, hay numerosas razones por las que una familia local puede intentar eliminar a sus rivales. Simplemente tienen que ser sutiles, eso es todo. Los personajes pueden ser leales retoños de su familia, dispuestos a hacer algo de daño a sus odiados enemigos, o verse arrastrados a regañadientes a una guerra que amenaza con extinguir ambos bandos. Puede que incluso tengan amigos en el frente contrario... lo que suele llevar a la tragedia. ¿Le suenen a alguien los Capuleto y los Montesco?.
• Ghoul contra la Inquisición: La Inquisición sabe muy poco de las diferencias entre vampiros y ghouls. Cualquiera que obtenga poderes de la sangre es un blanco, y los personajes pueden verse perseguidos por un auto-da-fé. Otra posibilidad es que deban defender a un aliado o domitor frente a los cazadores; después de todo, la Sociedad sabe que es mejor cazar durante el día y puede que los personajes sean los únicos despiertos cuando la Inquisición llama a la puerta.
• Vasallo contra Vasallo: A poca gente le gusta compartir un ser querido. Hay amargas rivalidades en el servicio doméstico de muchos domitoris y los personajes pueden tener que luchar por el afecto de su amo. Para complicar las cosas, sus rivales pueden tener más señorío o carisma, o cualquier otra ventaja que haga el reto más duro. Este tipo de conflicto puede darse también cuando dos Cainitas rivales intentan sobresalir a los ojos del príncipe y los ghouls se convierten en sus herramientas principales. Los personajes estarán encantados de saltar en defensa del honor de su amo ("Arruinad el pequeño plan de Hugo, queridos, y os estaré tan agradecida...").
Si quieres una trama realmente perturbador, haz que los personajes se encuentren con un viejo y aterrador ghoul al servicio de un Matusalén o un Inconnu. Esta criatura no sólo será un desafío para el grupo, sino que además demostrará gráficamente el destino que espera a los personajes si sobreviven a los siglos de servidumbre. Algunos ghouls pueden asustarse mucho tras un encuentro con uno de estos ancianos e inhumanos esclavos.
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