Los Danislav mantuvieron durante generaciones una reputación de sagacidad y longevidad. Algunos incluso conocían su herencia como parientes de los Lupinos. Entre las filas de los más respetados Danislav habían surgido hombres lobo triunfantes, y sus retoños fundaron una dinastía con el mismo nombre en los siglos IV y V. A medida que se hacían más poderosos, su orgullo también creció, y no se daban cuenta de que sería su perdición.
Tres familias Danislav se habían establecido en el remoto norte de Transilvania. Allí vivían bajo la vigilante mirada del Conde Florescu, un vampiro Tzimisce, que se sentía muy sorprendido de que los Lupinos del sur enviaran a sus parientes a sus dominios. Atrapó a todos los que pudo, mató al resto y los hizo encerrar durante diez años en sus mazmorras, donde fueron sometidos a diversas “atenciones.” Cuando volvieron a ver la luz del sol de nuevo ya habían sido condicionados para la servidumbre. Cuando nacieron los primeros aparecidos, el conde se alegró de su triunfo.
Una generación después una manada de Lupinos se aventuró más allá del Paso del Borgo, y quedó aterrada ante la desgracia que había caído sobre sus parientes. De inmediato atacaron al conde Florescu, pero fueron estrepitosamente derrotados y sólo uno de ellos consiguió escapar y contar la horrible historia, pero para entonces los aparecidos Danislav ya habían olvidado a sus ancestros.
Florescu, ansioso de exhibir su triunfo, envió a sus aparecidos como embajadores y diplomáticos a los dominios de otros Tzimisce. Consiguió un gran prestigio con la emergente reputación de la familia Danislav. Pronto entre los Demonios se popularizó que un aparecido Danislav mediase en un Juicio de Guerra o una disputa similar: los Justicieros siempre encontraban soluciones imaginativas.
Debido a la demanda de sus servicios, los Danislav comenzaron a viajar por los dominios Tzimisce, sirviendo como mediadores o diplomáticos, estableciéndose en ocasiones y extendiendo la familia. Practicaban la poligamia y la poliandria por igual, un hombre o una mujer podían tomar varios amantes para criar hijos de distintos progenitores en las propiedades de la familia, dejando de lado las convenciones “civilizadas.” Las orgías de la familia se hicieron legendarias.
A medida que aumentaba su fama, los aparecidos Danislav también comenzaron a soñar con liberarse de sus amos. El patriarca de la familia solía aventurarse en los oscuros bosques para rezar por la liberación de los crueles Tzimisce que criaban a los suyos como animales. Los espíritus de la noche respondieron a su llamada, y mediante su visión vampírica aprendió a distinguir las numerosas fuerzas ocultas que esperaban para ayudarle. Muchos Danislav juraron lealtad a una fuerza que encarnaba el espíritu del trueno.
La rebelión de la familia estalló a mediados del siglo XIV, y los Danislav utilizaron los oscuros dones del trueno para acabar con el conde Florescu. El castillo del vampiro cayó bajo la fuerza del trueno y el relámpago, y tras acabar con los descendientes y aliados de su amo, los Danislav reclamaron el feudo como suyo, extendiendo sus propiedades. Sin embargo, su triunfo no duró mucho: en el año 1399 varios Tzimisce se unieron para destruirles. Un miembro de la familia traicionó a los suyos y como recompensa fue Abrazado sobre los cadáveres de sus parientes, asumiendo el dominio con el nombre de conde Danislav.
Apariencia: Los Danislav se vestían con gusto, pero nunca de forma ostentosa, realzando su comportamiento aristocrático. Sin embargo, sin importar su comportamiento “civilizado” siempre había un matiz bestial en su aspecto. Sus ojos eran oscuros, su pelo negro y abundante y sus cejas se unían sobre el puente de la nariz, como en los mitos de los hombres lobo.
Creación del personaje: Los Danislav solían tener elevados Atributos Sociales, lo mejor para cumplir sus funciones diplomáticas. Los miembros de la familia también solían disponer de Fama, debido a su popularidad entre los Tzimisce como mediadores y jueces. Pocos se aferraban a la Humanidad. La mayoría preferían seguir los Caminos medievales de la Bestia y de los Reyes (en el Sendero de la Caballería).
Disciplinas: Auspex, Protean, Vicisitud
Los Danislav también disponían de ciertos poderes místicos que guardaron en secreto hasta su rebelión, y que se considera una Disciplina no de clan a efectos de su coste en puntos de experiencia: pueden aprender de los espíritus Dones de la tribu de los Señores de la Sombra en orden ascendente (consulta el manual básico de Hombre Lobo: el Apocalipsis) hasta el Nivel Tres, aunque procuran no mostrar estas facultades abiertamente. Deben aprender estos Dones realizando pactos con los espíritus. Utilizar estos Dones requiere el gasto de puntos de sangre en lugar de Gnosis.
Debilidad: Todos los Danislav sufrían daño agravado de la plata, y sentían aversión al acónito o hierba lobera. Todos los Danislav tenían el Defecto: Enemigos, ya que eran odiados por los hombres lobo. Además algunos se volvían violentos si los bañaba la luz de la luna llena. El personaje debe hacer una tirada de Autocontrol (dificultad 6): si consigue menos de tres éxitos cede a sus impulsos bestiales durante el resto de la noche. Le crece pelo en las palmas de las manos y una gran rabia le posee hasta que mata a un mortal. El poder tiene su precio.
Nota: En los tiempos modernos, esta Familia de aparecidos está extinta.
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