Aunque muchos ghouls sufren un duro trato a mano de los neonatos, gran cantidad de ellos fueron seducidos a la servidumbre por estos encantadores y todavía humanos en apariencia jóvenes vástagos y el "amor ingenuo" sigue siendo bastante común en este grupo.
Los neonatos adoran el poder que tienen sobre sus ghouls y normalmente los ghouls adoran servir a sus domitoris, pues es algo que da propósito y significado a sus vidas.
Ghouls de Neonato
Estos ghouls deben bregar continuamente con los problemas de sus domitoris recién Abrazados y sumidos en la angustia vital. Pero a la mayoría no le importa; el Vínculo de Sangre sigue siendo una novedad y los servidores tienden a sentir una desesperada devoción por sus jóvenes y sofisticados amos. Aun así, deben aprender (con frecuencia por las malas) a ser versátiles, los que no pueden hacerse a la volubilidad y las tribulaciones emocionales de sus domitoris no suelen durar mucho. Además, muchos ghouls de neonatos sirven como conejillos de indias para los "experimentos de Disciplinas" del amo: estos abusos físicos y mentales suelen llevar al frenesí al vasallo.
Estos ghouls están más adaptados a las nuevas tecnologías que los demás, lo que da a sus amos una inesperada ventaja en las maquinaciones de la Estirpe. También tienden a ser mejores en la interacción con mortales, pues conservan en alto grado su natural empatía humana. Pero esta utilidad puede ser un arma de doble filo: los ghouls más viejos suelen sentir celos de sus hermanos más jóvenes, haciendo todo lo posible por utilizarles o causar su desgracia.
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