La sangre de un vampiro tiene gran poder, un poder que puede ser compartido. Hace mucho tiempo los vampiros descubrieron que los mortales que bebían sangre vampírica adquirían habilidades sobrenaturales y apetitos oscuros.
Pronto se convirtió en una práctica habitual para los vampiros disponer de servidores favorecidos, alimentándolos con su vitae y Vinculándolos por Sangre en el proceso. De esta forma crearon servidores eternos y diabólicamente leales, los ghouls. La mayoría están sometidos al capricho de sus domitoris (amos), sirviéndolos lealmente a cambio de vitae. Como son susceptibles al Vínculo de Sangre como cualquier otro mortal, casi sin excepción terminan mostrando una devoción completa a sus amos y si el Domitor dispone de más de un servidor ghoul el resultado puede ser una lucha de celos y envidias entre ellos por el favor de su amo. Las emociones de un ghoul se intensifican hasta el extremo con la droga dura de la vitae en sus venas, una de estas criaturas a menudo es afectada por accesos de furia e inquietantes ansias. El nombre de “ghouls” no fue elegido al azar. Los ghouls vasallos, independientes y aparecidos tienen distintas funciones en su sociedad colectiva.
Describimos a continuación algunas de las más comunes:
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