Ghouls y Domitoris Gangrel

Los ghouls Gangrel, los pocos que hay, tienden a ser un grupo muy infeliz y solitario. Sus amos les tratan como amigos "de sangre regular", abandonándoles con frecuencia cuando su ansia de vitae alcanza lo más alto. Por otra parte, estos ghouls suelen demostrar su capacidad de saciar su sed, habiendo aprendido algunas cosas sobre la caza de sus amos: un desproporcionado número de ghouls "acechadores" independientes proceden de las filas de "errores" Gangrel desplazados.

Dado que los Gangrel tienden a la soledad, sus ghouls tienen poco o ningún contacto con otros ghouls o vampiros. Los que intentan volver a su vida mortal suelen acabar desplazados, sin hogar y enfermos, incapaces de enfrentarse a la sociedad mortal "normal"; por lo general mueren o son asesinados, a menos que un vampiro de otro clan se haga cargo.

Pero sólo un puñado de supervivientes quiere seguir siendo ghoul tras su horrible experiencia con los Gangrel, y suelen comprar vitae vampirica a traficantes ghouls o robarla.

Los ghouls más propensos a mantenerse leales a un domitor Gangrel (y con más probabilidades de que esa lealtad se vea correspondida) son los animales. Los animales ghouls suelen mostrarse fieles a su domitor hasta la noche en que éste decide que necesita un bocado y no puede encontrar un humano con el que saciar su hambre: en tal caso, hay que conformarse con un animal, que es desangrado hasta la muerte por el compungido Gangrel.

Domitoris Gangrel

Vagabundos por naturaleza, los Gangrel no quieren demasiado sirvientes ghouls que les aten a un lugar. La mayoría de las veces, si necesitan algo no temen internarse en los Yermos para conseguirlo. Francamente, los vampiros de este clan no tienen mucho que hacer con sus ghouls, y es raro que conviertan a alguien en ghoul por frivolidad, como suelen hacer los Brujah y los Toreador. Si un Gangrel decide convertir en ghoul a un mortal, éste suele ser abandonado cuando el domitor descubre la tremenda responsabilidad inherente de mantener un criado hambriento de sangre. A veces un Gangrel convierte en ghoul a alguien justo antes de un largo viaje, para contar con "comida extra en la mochila", pero por lo general estos vampiros prefieren viajar ligeros. Es mucho más probable que un Gangrel convierta en ghoul a un animal, pues son grandes compañeros de viaje y disfrutan aventurándose en los bosques salvajes. La Disciplina de Animalismo permite al domitor comunicarse mejor con un animal ghoul que con un humano. Los antiguos Gangrel suelen tener animales ghoul centenarios (y correspondientemente poderosos), a los que quieren más que a cualquier ser "sintiente".

A veces, un Gangrel rural asume el papel de "protector" (es decir, depredador supremo) de un pueblo o territorio aislado, creando esporádicamente ghouls para "administrar" (o sea, aterrorizar) a los lugareños. Estos feudos son extraordinariamente raros en tiempos modernos. Los pocos que quedan suelen ser el centro de extrañas leyendas y sus vecinos los miran mal, susurrando acerca de los "extraños sucesos en el pueblo del valle".

Aunque los Gangrel tienen una especie de respeto empático por los ghouls, no los tratan particularmente bien (salvo por los animales). Quizá se deba a la presencia de la Bestia o la asociación del clan con los Lupinos, o puede que a la escasa consideración de los Gangrel hacia quienes no son de ascendencia gitana.