Los mortales tan desdichados como para ser convertidos en ghoul por un Lasombra sufren graves abusos. Los líderes del Sabbat toleran a los ghouls sólo porque sus compañeros de secta Tzimisce los consideran una diversión interesante. Los Guardianes no tienen tiempo ni paciencia para diversiones interesantes y hacen trabajar brutalmente duro a sus ghouls por cada gota de sangre. Pocos sobreviven mucho tiempo: la única diversión que les gusta a los Lasombra es el ajedrez y los ghouls sirven como peones desechables.
Pocos ghouls Lasombra tienen elección ante el "don" de su domitor. Un Lasombra convertirá en ghoul a cualquier criatura que tenga una habilidad o talento lo bastante útil como para que la molestia valga la pena, pero sea lo bastante mediocre para que no se le considere nunca para el Abrazo.
Los escuadrones suicidas de tropas de choque y los ayudas de cámara son lo más común entre los Guardianes; es difícil decir cuál de estos puestos es más peligroso. Los ghouls Lasombra de avanzada edad son raros. Los pocos que existen tienden a ser criaturas tímidas y nerviosas. Están tan acostumbrados a cargas con culpas ajenas que se limitan a encogerse y aceptar el dolor, pues dependen de los domitoris que tienen la vitae.
Muchos ghouls Lasombra tienen prohibido relacionarse con otros vampiros, ghouls o mortales. Los que osan desobedecer esta prohibición son asesinados de forma despiadada y muy imaginativa. Además muchos ghouls Lasombra quedan físicamente incapacitados para tales relaciones, aunque los Guardianes no pueden compararse a los Tzimisce en el arte de desfigurar, hacen un admirable trabajo para no tener Vicisitud. Los efectos psicológicos secundarios de la debilidad del clan Lasombra suelen manifestarse con este motivo, con escuadrones de ghouls forzados a llevar la mismas máscaras vacías o con los rostros reducidos a idénticas telarañas de heridas y cicatrices.
Domitoris Lasombra
La mima idea de los ghouls hace que cualquier Lasombra digno de su nombre se estremezca de desprecio. Los ghouls no son más que despreciables sub vástagos que no pueden hacer mucho más que cepillarse el pelo sin sufrir colapsos emocionales. Por consiguiente, este clan es probablemente el que menos ghouls tiene.
Aunque no soportan a los ghouls, los Lasombra tampoco pueden soportar el hecho de ser incapaces de admirar el bello rostro que les dio Caín en un espejo. Algunos Guardianes emplean ghouls como asistentes de higiene personal por este motivo. Pero el cabello debe ser cepillado al menos con 100 pasadas, o 100 azotes marcaran el cuerpo del ghoul negligente. Y si el ghoul no aplica adecuadamente la loción cutánea, el ultrajado Lasombra puede administrarle un "tratamiento hidratante" de ácido muriático.
Aunque se rumorea que algunos Lasombra crean contables ghouls para que les ayuden con las finanzas del clan, la mayor parte de sus miembros no creen que puedan confiarles asuntos de tanta importancia. Además, es más divertido manipular a algún Ventrue ingenuo (o mejor todavía, a un gimoteante ghoul Ventrue) para que se ocupe de los balances.
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