Los Nosferatu prefieren como ghouls a los humanos que no encajan en el entorno corporativo. Aunque los profesionales benefician mucho al clan, las Ratas de Cloaca prefieren que esos profesionales sean los peones de sus respectivos lugares de trabajo.
Trabajadores diligentes cuyos méritos no son reconocidos, víctimas de acoso sexual, esclavos que pasan años sin aumento de sueldo y discapacitados físicos víctimas de burlas por su defecto, suelen dar la bienvenida a los sentimientos de pertenencia que encuentran al servicio de los Nosferatu. La conversión en ghoul es para este clan algo que debe ser tan meditado como la creación de progenie y sólo convierten en ghouls a los que serían posibles candidato al Abrazo.
Consecuentemente, el clan trata a los nuevos ghouls como los "nuevos chiquillos" en la guarida Nosferatu. Los vampiros entrenan a sus ghouls para que sean bravos, resueltos y por encima de todo, competentes, alimentándoles y enseñándoles la historia del clan en el proceso. Con mucha frecuencia, las guaridas Nosferatu parecen "comunas": cada ghoul trabaja en beneficio de todos los Nosferatu, no sólo de su domitor y los Nosferatu tratan a todos los ghouls, sean animales o humanos, con igual estima.
Los animales ghouls son comunes en el clan. Son fáciles de crear y se comunican bien con sus domitoris gracias a la Disciplina de Animalismo. Los animales ghouls de los Nosferatu suelen ser viscosas e insalubres alimañas urbanas. Muchos de ellos son atraídos al servicio del clan tras probar la sabrosa vitae Nosferatu en la Charca de Atracción. Tras probarla una vez, los animales vuelven a beber más y más la deliciosa sangre vampírica. La potente vitae de los Nosferatu es un hábito más difícil que dejar que la heroína o la nicotina. Una vez Vinculados, los animales ghouls Nosferatu adoptan muchas de las características del clan, creciendo exageradamente y desarrollando monstruosas deformidades.
Pero a pesar de todo, a los ghouls Nosferatu no les conviene volverse autocomplacientes, por bien que les trate el clan. Y que el Cielo ayude al ghoul Nosferatu que venda a sus benefactores por, digamos, la dulce sangre de un hermoso Toreador. La pereza y la rebelión son tratadas de forma poética. Los ghouls que traicionan al clan son atados a la vía del metro para esperar la muerte o sumergidos hasta ahogarse en aguas fecales.
Domitoris Nosferatu
Las Ratas de Cloaca son grandes aficionadas a los ghouls... es decir, a los animales ghoul. Los ghouls humanos pueden ser útiles al clan, pero resultan mucho más difíciles de crear, al fin y al cabo, para convertir en ghoul a un humano, el Nosferatu debe engañarle o forzarle a quedarse cerca y no salir corriendo.
Los Nosferatu encuentran ghouls humanos fiables en el metro. El vampiro usa Ofuscación para permanecer entre la multitud de última hora, buscando profesionales de construcción, planeamiento urbano, higiene y mantenimiento y transporte que vuelven a casa tras agotadores turnos de trabajo. Los retazos de conversación escuchados entre los pasajeros, suelen indicar al Nosferatu la profesión del posible ghoul. Sólo los humanos que pueden beneficiarse al clan de alguna forma son convertidos en ghouls: muchos Nosferatu no tienen la paciencia ni las ganas de asociarse con los mortales que tanto les despreciaron en vida
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