Preludio: Como adolescente de South Beach, hiciste de todo; esnifaste un montón de coca, fumaste algo de hierba, hiciste algunos trapicheos y presenciaste todo numerito a lo Timothy Leary. Hasta que te pillaron vendiendo a unos jodidos polis de paisano imitadores de corrupción en Miami. ¡Era sólo una bolsita! Aquella bolsita te mandó al centro de detención juvenil, y después tus padres te enviaron a Robles Umbríos, un centro de rehabilitación alejado de tus amigos y tus contactos de Miami.
Tras "graduarte" en el centro, eras una persona distinta. Habías seguido fielmente los 12 pasos... incluso te habías convertido en una cristiana renacida. Las únicas drogas que tocabas eran la aspirina y la cafeína. Decidiste que querías pasar el resto de tu vida luchando contra el crimen y manteniendo las drogas fuera de la calle; era una misión asignada por Dios. Al terminar el instituto te inscribiste a un programa de Justicia Criminal del colegio local; tras graduarte con honores, fuiste directamente a la academia de policía.
Recién salida de la academia, se te asignó a la ronda de South Beach. Tus superiores pensaban que eras la mujer para aquel trabajo. Estabas tan familiarizada con el mundo de la droga local, que los camellos te venderían sin pensárselo dos veces. Tenían razón; tus viejos contactos salieron de sus agujeros, felicitándote por tu vuelta a "la marcha".
Hiciste algunas compras y tuviste que consumir algo de droga para convencer a los camellos de que eras de fiar antes de hacer las detenciones. Pero no ibas a engancharte. Habías visto Rush y lo que les pasaba en la película a Jennifer Jason Leigh y Jason Patric no iba a ocurrirte a ti.
No fue así. En lugar de ellos, un hábil traficante de ácidos Setita te facilitó un viaje que nunca habías experimentado antes; una droga que te hizo sentirte como si tuviese una fuerza sobrehumana, una droga qué más tarde descubrirías que se trataba de potente sangre vampírica. Los Seguidores te arrastraron a su mundo con el cebo de un mayor poder y la esperanza de que reclutases a nuevos servidores del clan. Si habías dado un giro tan radical en tu vida, pensabas, podías convencer a otros para que hiciesen los mismo por los Setitas. Quienes no cooperaban tenían que enfrentarse al echo de que tu adiestramiento policial te había convertido en una excelente tiradora.
Concepto: Eres parte de una persuasiva chalada religiosa y en parte una asesina a sueldo, con Carisma y Potencia suficientes para convertir o matar a medio Miami.
Sugerencias de Interpretación: Arrastras a la ente al clan haciéndote la simpática; si no te escuchan, es el momento de sacar el viejo 45 y enseñarles algo de amor. ¡No dejes que nadie se salga con la suya! La gente tiene que respetar la autoridad.
Equipo: 45, porra, uniforme de policía, panfletos religiosos del Culto de Sekhmet, esposas.
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