Los Discípulos de Set

Este culto fue fundado en 1989 por dos desilusionados ghoul Setitas: la egipcia Aziza Mohareb y Steven O' Malley, de San Francisco. Aziza había sido convertida en ghoul por Faruk, un antiguo Setita que, al estilo de su clan, la obligaba a actuar como cebo sexual. Aziza estaba asqueada de sus órdenes, pero no podía hacer nada contra el poder del Vínculo de Sangre.

Faruk y Aziza viajaron a San Francisco, donde los Seguidores pensaban que podrían encontrar conversos con facilidad. El Setita conoció a O' Malley en un bar de homosexuales en el Distrito Castro, donde éste trabajaba como portero encargado de la seguridad del local. El joven Steve tenía numerosos contactos entre la comunidad leather (literalmente "cuero". Se aplica a los homosexuales aficionados a la ropa de cuero negro y las actitudes de "macho-man") de la región. Viendo un gran potencial en aquel joven, Faruk decidió convertirlo en ghoul y llevárselo consigo a Egipto, con vistas a un posterior Abrazo.

Por desgracia, Timothy, el furioso amante de Steven, había oído rumores de lo que ocurría y se presentó con varios amigos motoristas para matar al vampiro. Pero no pudieron encontrar a Faruk, que acababa de huir de la ciudad tras un aterrador encuentro con un vampiro asiático, abandonando en su apresuramiento a Aziza y Steven.

Los dos ghouls se unieron a los motoristas para buscar a Faruk, y encontraron a su antiguo domitor en Seattle, donde había establecido un modesto templo y creado algunos nuevos ghouls. Armados con estacas y navajas de afeitar, Aziza, Steven y sus aliados motoristas irrumpieron en el templo. Los ghouls de Faruk entraron en frenesí y en el caos, el Setita fue acuchillado y empalado, cayendo en letargo. Aziza y Steven drenaron casi toda su sangre, dejando los restos a los motoristas y los ghouls del culto. Todos se unieron en un grupo conocido como los Discípulos de Set, una secta formada para adorar a Aziza y Steven como verdaderos profetas de Set, el Dios Oscuro.

Los Seguidores de Set, por supuesto, lo encuentra muy divertido. Por ahora proyectan dejar que estos "Discípulos" sigan su camino, dándose cuanta de que pueden serles útiles. En unos años, cuando hayan calibrado la auténtica valía de la organización, decidirán si la atraen hasta sus anillos o se limitan a acabar con ella.