En el caso del ghoul, la simulación no es necesaria. Las facultades regenerativas de un ghoul parecen al principio idénticas a las nuestras, pero no es el caso. Recuerda que un ghoul sigue siendo mortal, y por tanto su cuerpo repara con el tiempo todas las heridas, salvo las más graves. Cuando un ghoul metaboliza vitae para curarse una herida, lo que hace es acelerar su propio proceso curativo, de la misma forma que podría aumentar su velocidad o su fuerza.
Los procesos habituales de restañamiento y reparación de células tienen lugar de forma usual, salvo por su notable velocidad. esto es bastante distinto a nuestras propias facultades regenedoras, que imitan el procedimiento curativo de los vivos de forma mucho más libre. La prueba es sencilla: ¿alguna vez se han curado una herida, descubriendo un tejido de costra sobre ella que después se desprendía? Por supuesto que no. Nuestra carne muerta se limita a crecer de nuevo, volviendo a la forma familiar que tenía en el momento del Abrazo.
La única diferencia notable en el proceso curativo del ghoul es la velocidad a la que tiene lugar, con una excepción. Con el tiempo y la vitae suficiente, un ghoul puede regenerar órganos y miembros perdidos. (Por supuesto no es automático y exige una deliberada concentración: los ghouls mas jóvenes o de voluntad más débil suelen ser incapaces de dicha regeneración). Pero incluso esta facultad tiene su precedente en la Naturaleza: consideremos a la estrella de mar, por ejemplo. Sí hay que decir que la vitae permite al ghoul regenerar su propia carne (que está a un nivel de estructura celular y complejidad biológica mucho más evolucionado que el de cualquier invertebrado), pero esto sólo es otra prueba de las milagrosas propiedades de la Sangre, un tema sobre el que estoy seguro todos podemos mostrarnos muy poéticos. Pero dejaré es o a los Toreador para volver al tema que nos ocupa.
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