La Sangre no es, por lo que entiendo, físicamente adictiva como la heroína o la nicotina. Pero las ramificaciones psicológicas de la abstinencia pueden ser muy nocivas, tanto para el ghoul como para quienes le rodean. Falto de la sustancia que se ha convertido en el centro de su existencia, el ghoul se vuelve tan patológica y desesperadamente artero como el "enganchado" al que se le niega su dosis de droga: suplicará, exigirá y en algunos casos incluso intentará tomar por la fuerza vitae de su domitor o de otros vampiros. Estos patéticos espectáculos suelen ser risible por lo general, pero el domitor prudente conoce la conveniencia de tomar precauciones al respecto.
En un caso extremo de psicosis de abstinencia el que provoca este comportamiento, que puede haber llevado a connotaciones negativas de la palabra "ghoul". El mortal víctima de la abstinencia, sintiendo un vacío, una necesidad y habiendo sido privado de los medios "legítimos" para satisfacer sus ansias, suele sublimar la red de sangre en una necesidad de sustancias conseguidas de una similar forma depredadora. Recordando los aumentados apetitos carnales de su cerebro impregnado de Sangre, el ghoul se embarca en un salvaje arranque algo totémico, intentando desesperadamente llenar su vacío con los cuerpos de sus iguales mortales. Este fenómeno es, por supuesto, una reminiscencia de ciertas sociedades tribales primitivas cuyos miembros devoraban a sus enemigos para absorber su coraje o su poder. Por suerte para nuestra Mascarada, por supuesto, la sociedad americana se a ido acostumbrando, hasta un cierto aburrimiento, a los casos de "asesinos caníbales" y similares.
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