Cita: "La primera vez invita la casa; después tienes que pagar ¿vale? Es una buena mierda, tío..."
Preludio: El instituto no fue exactamente agradable para ti. Marcado por un grave caso de acné y más flaco que un alambre, no eras precisamente el rey de la promoción. De todas formas, las nenas del instituto West Baker no valían tu tiempo; era mucho mas divertido quedar con la demás "escoria" los fines de semana, colocándose y haciendo experimentos del Libro de Cocina del Anarquista en el sótano de los padres de jeft.
Entonces conociste a Sheila, una amiga de un conocido. Era distinta a cualquier chica que hubieses visto antes, había leído el Manifiesto Comunista entero durante un viaje de ácido. Además estaba muy buena y no parecía importarle que fueses un flacucho lleno de granos.
Tras unas semanas de verse, Sheila le confesó ser de la "Estirpe". Te sorprendió mucho, pero parecía intrigante. Demonios, habías leído Entrevista con el Vampiro en sexto curso; lo sabías todo acerca de los vampiros. Así que Sheila te convirtió en ghoul mientras estabas colocado. Qué cabreo cogiste al descubrirlo. Ya era bastante duro desengancharse de la maría y la metedrina, y ahora tenías también la sangre.
Aquello te jodió mucho y cortaste con Sheila. Pero poco después te diste cuenta de que tenían un buen monazo de "Vi-T".
Concepto: Puede que estés enganchado, pero tienes muy claro que no vas a ser el esclavo de ninguna zorra vampira para conseguir tu dosis. Dejaste el instituto y ahora pasas las noches callejeando, en busca de vampiros a los que atacar y beber su sangre. Tu Potencia funciona la mayor parte del tiempo, pero de vez en cuando te falla frente a vampiros particularmente fuertes, dejándote ensangrentado, magullado y huyendo por tu vida. Cuando tienes excedentes de sangre, se la vendes a otros adictos. No crees que los ghouls deban quedarse sentados y hacer lo que les mandan sus domitoris cuando tú puedes proporcionarles una vitae mejor y sin jodiendas ¿Es el momento de una revolución?.
Sugerencias de Interpretación: Muestras todos los gestos del típico Brujah. ¡Álzate por aquello en lo que crees! Estás amargado por tu experiencia con las mujeres y odias a los vampiros. Vampiros, ghouls y ganado se quedan igual de sorprendidos al ver a un canijo de menos de 50 kilos cambiando caras y rompiendo piernas. Tienes poder; abusa de él.
Equipo: Navaja del ejército suizo, el Libro de Cocina del Anarquista, jeringas robadas de la sección de diabéticos de Revco, explosivo plástico (para hacer bombas), reproductor de CD portátil, soportes emplumados para colillas.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario