Los 90 estuvieron marcados por tres fenómenos globales que tendrían gran impacto tanto en la Estirpe como en la Grey: el colapso del comunismo como una fuerza sociopolítica, la emergencia del actual estado policial anti-terrorista en los países del Primer Mundo y, lo más importante de todo, el auge de Internet como el principal medio de comunicación de la era. Sin duda la población mortal sintió los efectos de estos eventos más intensamente que los Vástagos, pero la evolución resultante en la tecnología y la actitud de los mortales ha hecho que la sociedad vampírica tenga que esforzarse para adaptarse a los cambios impuestos a sus hábitos alimenticios, su manejo de la Mascarada y, lo más importante para los Anarquistas, su capacidad para suprimir la disidencia dentro y entre los dominios.
La caída del comunismo fue inicialmente vista como una gran noticia en la sociedad mortal occidental y la democratización del Bloque Oriental parecía demostrar el triunfo de los valores occidentales. Pero, según una opinión muy extendida, la eliminación del comunismo como alternativa al capitalismo desencadenó los instintos más bajos de este último. Por supuesto, la explotación de la desigualdad económica difícilmente podía ser considerada un problema para la Camarilla. El aumento de la pobreza entre los mortales con frecuencia facilitó tanto alimentarse como proteger la Mascarada, mientras que el capitalismo desbocado incrementó las fortunas financieras que constituían la base del estatus y poder social de la mayoría de Antiguos. Sin embargo, el Movimiento Anarquista presupone una relación más cercana entre Vástagos y ganado que la Camarilla: la propia naturaleza de la cultura Anarquista suele producir una identificación con los mortales oprimidos del proletariado. Las células Anarquistas en dominios del Tercer Mundo suelen reclutar entre mortales desafectos que se esfuerzan por sobrevivir bajo el yugo del capitalismo y, como resultado, muchos Anarquistas continúan teniendo inclinaciones socialistas aunque se aíslen de los efectos de los sistemas económicos de los mortales.
Para los Estados Libres Anarquistas, este impulso socialista-anarquista experimentó su expresión definitiva en diciembre de 1999, cuando miles de manifestantes mortales causaron disturbios en Seattle para protestar contra la Organización Mundial del Comercio durante su conferencia ministerial anual. Los Anarquistas de todo el Noroeste de la costa del Pacífico emplearon a los manifestantes como cobertura para un intento de golpe de estado contra el Príncipe de la Camarilla. Aunque el golpe finalmente falló, varios importantes vampiros de la Camarilla fueron asesinados y el Príncipe apenas escapó de la muerte. Los disturbios causaron millones de dólares en daños materiales, pero los abusos policiales generaron simpatía hacia los manifestantes entre las facciones políticas opuestas a la globalización, así como entre individuos ofendidos por la mera existencia de organizaciones internacionales como la OMC. Anarquistas de todo el mundo celebraron el “éxito” de las revueltas de Seattle y comenzaron a planear cómo utilizar el ambiente antiglobalización contra los dominios menos igualitarios. Pero entonces, en menos de dos años, un acto de terrorismo perpetrado por el ganado contra el ganado dejaría obsoletos todos esos planes.
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