Por desgracia, la mayor parte de la historia de nuestro movimiento puede describirse como un ciclo constante de revolución y contrarrevolución en el que Vástagos Anarquistas, rebeldes, librepensadores y rufianes se han esforzado por hacer avanzar “la Causa” ante la implacable oposición de la Camarilla y el Sabbat. Las labores revolucionarias siempre son difíciles, pero son aún más exasperantes para los jóvenes Vástagos fogosos que ni siquiera tienen el consuelo de saber que sus enemigos tendrán la decencia de morir de viejos. Para los Anarquistas, la violencia es el único método infalible de eliminar a un determinado enemigo de la Revolución, pero con las ventajas de la Sangre superior, la riqueza y el conocimiento en gran medida en las manos de nuestros contrincantes, comenzamos en desventaja en cualquier conflicto directo.
Prueba y Error
De hecho, echando la vista atrás, a menudo parece milagroso que nuestros antecesores jamás hayan conseguido algo, dadas las ventajas institucionales que poseen los Vástagos Antiguos. Para ser honestos, hay que reconocer que la mayoría de los éxitos fundamentales Anarquistas llegaron sólo cuando el enemigo estaba distraído con problemas mayores. Nuestro propio movimiento vio la luz en una época en la que los Antiguos estaban preocupados por la Inquisición. El breve florecimiento durante la Revolución Francesa vino cuando los Vástagos del ancien régime no lograron prever una revuelta de campesinos desencadenada por una escasez de cereales.
Los Estados Libres Anarquistas que surgieron en la antigua Unión Soviética y más tarde en California habrían muerto antes de nacer si los Antiguos (y sus principales vehículos de control, la Camarilla y el Sabbat) no hubiesen estado distraídos con las guerras mundiales. En verdad, esto es de esperar. Entre los mortales, la batalla entre joven y viejo está igualada. Los jóvenes tienen vitalidad y energía atemperadas con inexperiencia e ingenuidad, mientras que los viejos poseen sabiduría y poder acumulados, pero están restringidos por la enfermedad y el deterioro. Para los Cainitas como nosotros ése no es el caso. Incluso el Antiguo más encanecido es tan rápido y fuerte como su Sangre lo permita, lo que a menudo significa que es muchísimo más rápido y fuerte que cualquier Neonato que haya pasado apenas un año bajo el cielo nocturno. En un conflicto con los Antiguos, los Anarquistas tienen todas las desventajas de los jóvenes mortales, pero ninguna de sus ventajas. Hasta ahora.
Igualar la Partida
Siendo un movimiento de la juventud contra la vejez (independientemente de las edades relativas de los participantes), siempre hemos estado en la vanguardia de las nuevas tecnologías, pero, en el pasado, éstas no eran de mucha ayuda. Los avances en el arte de la guerra hacían algo más fácil matar soldados rasos y Ghouls, pero la tiranía no es algo que se pueda eliminar sin más con una estaca o una pistola. Para los Anarquistas, la Guerra de las Edades es un enfrentamiento de ideas y en ese conflicto la invención de la bomba atómica no fue nada en comparación con el nacimiento de Internet. El paisaje de la comunicación global ha cambiado por completo en sólo un cuarto de siglo y lo ha hecho de una forma que los Antiguos apenas son capaces de entender, no digamos ya dominar. Hoy en día podemos comunicarnos de una punta a otra del mundo, y coordinar actividades y revelar los secretos y los deslices de los enemigos mediante técnicas que un vampiro Anciano que todavía prefiere las cartas manuscritas al teléfono no puede ni imaginar.
"Ejem, lo que yo decía…"
Es más: Los Antiguos han respondido a esos cambios dejándose guiar por el pánico y nos han hecho el juego. Se lanzan a adquirir Chiquillos expertos en tecnología que puedan contrarrestar nuestras recientes ventajas digitales sin darse cuenta de que casi invariablemente Abrazan al tipo de hackers anarcolibertarios que sienten simpatía por nuestros puntos de vista. Ordenan a sus lacayos en los gobiernos mortales que aprueben leyes mal planteadas en nombre de la “seguridad” que indignan a la comunidad de hackers del ganado y hacen que se incremente el apoyo a las iniciativas por un “Internet libre” que apoyan los Anarquistas. Suprimen grupos de protesta y válvulas de escape en las redes sociales de formas que prácticamente garantizan que la cultura juvenil mortal se enardezca y se vuelva contra los propios aparatos estatales en los que los Antiguos se han apoyado durante siglos. Y mientras tanto, en todos los lugares de reunión de Vástagos, sean salones, clubes o chats de Internet, nuestra pregunta se susurra, se murmura y se grita: ¿Por qué obedeces?
¿Por qué tú? ¿Por qué ahora?
Los mecanismos mediante los que extendemos nuestro mensaje varían no sólo de dominio a dominio, sino de Anarquista a Anarquista. Nuestro nombre es también nuestra filosofía: ser un Anarquista significa no aceptar a ningún soberano. Ni siquiera nosotros, conciudadano, tenemos intención de darte órdenes como un Antiguo decrépito se las daría a sus conspiradores Chiquillos. Nuestro propósito no es más que ofrecer apoyo en forma de información y motivación. Has sido seleccionado para recibirlo porque se te ha identificado como un Anarquista al que prestar atención, como un Vástago que se ha hartado de la mierda envuelta en seda que regalan la Camarilla, el Sabbat e incluso los Kuei-Jin (y sí, hay Catayanos entre los receptores ocultos de este correo, probablemente más de los que sus Antiguos se imaginan). Has sido elegido porque has desafiado a la autoridad de tu dominio, te has pronunciado contra la injusticia o, simplemente, has sido Abrazado en los últimos siglos y has exigido los derechos que te confiere la Sangre. Te has ganado nuestra estima y apoyo simplemente por haber demostrado respeto por los objetivos que compartimos y por haber demostrado poseer los rasgos necesarios para atraer a otros que luchen junto a ti para lograr esos objetivos.
Casos Extremos
Bueno, por esas razones se escogió a la mayoría de los destinatarios. Quizás alguno haya sido elegido por no ser digno de ser Anarquista. Puede que tú seas un “respetado Anarquista” que necesita una buena patada en el culo que le haga recordar los principios que abandonaste hace mucho tiempo. Quizás seas un leal lacayo de la Camarilla o un obediente Cabezapala del Sabbat que ni siquiera se da cuenta de cuánto quiere rebelarse. O puede que seas una combinación de sucio chaquetero y bobo incompetente que le va a entregar esto al enemigo sin sospechar cuánta desinformación contiene. En ese caso, gracias.
Resumiendo

También tienes que saber cuándo hacer planes sutiles. Sin duda, esta estrategia a veces exaspera a aquéllos de nosotros que han asimilado la tradición del movimiento de machacar cabezas. Por desgracia, en la sociedad occidental posterior al 11-S es más difícil que nunca incluso pintar un grafiti en un lugar público y casi imposible iniciar unos buenos disturbios a la antigua usanza. Cada vez más, los Anarquistas de más edad descubren con disgusto que hasta los agentes mortales que muestran la menor inclinación a la violencia, por pequeña que sea, son vigilados constantemente por las autoridades, a menudo incluso sin que la Camarilla lo haya ordenado. Una nueva era de estado policial en alerta exige nuevas e innovadoras estrategias, lo que entre otras cosas significa reconsiderar las viejas prácticas de “la violencia por la violencia” a las que tanto cariño les tienen los vejestorios gruñones de los Estados Libres. Hay espacio para machacar cabezas, pero también necesidad de algo más que eso. Sí, te lo decimos a ti, Smiling Jack. En este mundo orwelliano, los Anarquistas competentes a menudo deben renunciar a la revolución abierta en favor de campañas de desestabilización. Los mortales dicen que se atrapan más moscas con miel que con vinagre. Bueno, pues también puedes negociar más concesiones del Príncipe de tu localidad mediante el chantaje, el soborno u otras manipulaciones del sistema de prestaciones de las que nunca vas a conseguir incendiando su refugio. Pero en este tema no confíes en nuestra palabra. Pregúntale al Príncipe de Houston.
"Aparentemente, esto es una referencia a la reciente decisión del conservador y marcadamente homófobo Príncipe de Houston de no oponerse a la campaña de una demócrata liberal y lesbiana que busca convertirse en la próxima alcaldesa de la ciudad. En el momento de escribir estas palabras todavía queda algo de tiempo hasta las elecciones, pero, gracias a la neutralidad del Príncipe, parece probable que Annise Parker salga elegida, lo que habría sido completamente imposible si se hubiese opuesto firmemente. Cuando le preguntaron, se limitó a responder que las cuestiones de política mortal no le preocupaban y que creía que el programa de Parker sería beneficioso para la Estirpe. Convenientemente, no dijo nada acerca del hecho de que su Chiquillo le debiese la vida a un Anarquista de la ciudad muy implicado en los derechos LGTB."
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