La vida de Muhammad había tenido triunfos y tragedias para diez vidas. Aunque había conquistado La Meca y convertido a Alá en el verdadero dios de su pueblo, su salud iba mermando a medida que la vejez le privaba de su fuerza. Cuando llegó la hora de peregrinar en 631, el Profeta dijo que no iría porque estaba muy enfermo y envió a Abu Bakr como representante. Hasta la primavera siguiente no se sintió con fuerzas suficientes para ir en persona, y llegó a la ciudad santa con una procesión de seguidores compuesta por 124.000 personas. Cabalgó en torno a la Ka'ba, se afeitó la cabeza y le dio mechones a sus amigos mas íntimos, luego subió al Monte Arat e impartió su último sermón.
El Profeta pidió a sus seguidores que fuesen todos hermanos, que aboliesen la usura, proclamó los derechos de las mujeres y los esclavos y puso fin a las disputas de sangre. Cuando finalizó su discurso, exclamó "¡Oh Dios mío, les he entregado tu mensaje!", luego bajó la montaña y comenzó el lento trayecto hasta su hogar en Medina. El 27 de mayo había caído gravemente enfermo, aunque aún reunió la fuerza suficiente para atender a las oraciones. Pocos podían pensar que se acercaba su final: sólo el tío de Muhammad, al Abbas, y el antiguo Cainita Suleiman imploraron al hijo adoptivo de Muhammad, Alí, que hablase con el Profeta y asegurase su sucesión como siguiente líder de los fieles, pero Alí rehusó sin pensarlo dos veces, y su respuesta irreflexiva alteró para siempre el futuro del Islam.
Muhammad ibn Abdullah, el último y más grande de los profetas, murió al atardecer del 8 de junio de 632, en una pequeña cabaña abarrotada por sus sirvientes y esposas. Dijo una vez que un profeta debe ser enterrado en el lugar donde muere, por lo que sus seguidores fueron fieles a sus enseñanzas hasta el final, cavaron un agujero en el duro suelo de pedernal de la cabaña, y a la noche siguiente le dieron sepulcro envuelto en tres capas de mortaja. El hombre que sin ayuda había engendrado el Islam y había cambiado el rostro de Arabia no tenía más que un arco de ladrillo sin cocer para marcar su lugar de reposo final.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario