Por supuesto, si los personajes sí disponen de grandes sumas de dinero, la variedad de tipos de equipo que pueden adquirir aumenta considerablemente. Armas, equipos de vigilancia, vehículos… todo puede ser útil en la lucha contra los no-muertos.
Sin embargo, el uso de equipo de alta tecnología presenta dos problemas básicos: uno es, obviamente, que cuando una gran cantidad de dinero cambia de mano, la gente se da cuenta. Para comprar legalmente muchos tipos de armas es necesario un permiso o registrarlas, y eso significa que, aunque los personajes puedan permitirse una ametralladora calibre .50 BMG y la monten en un vehículo, cuando la policía descubra su uso (y es muy difícil ocultarlo tras un incidente) no van a tener que buscar mucho para encontrar a gente de la zona que tenga una. El otro problema es que, independientemente de si un dispositivo ha sido diseñado para ser usado en el campo de batalla y no como juguete para un aficionado rico, probablemente no fue ideado para ser usado contra vampiros.
Las balas no causan tanto daño a los vampiros como a los vivos, las gafas de visión nocturna no sirven para ver vampiros porque éstos no producen calor corporal, etc. Puede que los jugadores piensen en un dispositivo tecnológico interesante y puede que los personajes tengan los recursos para comprarlo, pero eso no significa que vaya a funcionar como los personajes quieren que funcione. Es por eso que los cazadores, incluso los ricos, tienen que ser listos.
Armas
Como ya se ha mencionado, la diferencia entre un arma y otra en términos de juego suele ser “más dados”. Sin embargo, las armas que se pueden adquirir con un mayor presupuesto a menudo disponen de miras telescópicas o láser, mayor alcance y munición especializada. Estas mejoras pueden ayudar a los ataques de varias formas. Las miras pueden disminuir la dificultad de alcanzar a un objetivo. El mayor alcance facilita las emboscadas y los disparos de francotiradores. La munición especializada puede causar daño letal o incluso agravado a los vampiros.
Personal
¿Por qué hacer el trabajo sucio uno mismo? Las conexiones con el ejército, los contactos criminales o simplemente una cantidad obscena de dinero bastan para que un personaje entre en contacto con gran cantidad de personas duras y bien entrenadas. Claro, podrían no creer que su objetivo es un vampiro, pero... ¿y si su empleador tiene pruebas? ¿Y si paga lo suficiente como para que los matones no se preocupen por un poco de excentricidad? Si ya estás dispuesto a matar por dinero, atravesarle a alguien el corazón con una estaca no debería suponer un esfuerzo adicional excesivo. El personal tampoco tiene por qué ser humano. Se usan perros para descubrir drogas, explosivos y cadáveres. Nada indica que no se pueda entrenar a un perro rastreador de cadáveres para encontrar vampiros. Éstos tienen la desventaja de ser vulnerables a la Disciplina Animalismo, pero la capacidad de identificar a un vampiro puede hacer que el riesgo merezca la pena.
Vigilancia
Por un precio relativamente reducido, los cazadores pueden adquirir cámaras tan pequeñas como para ocultarlas en collares y anillos. Éstas pueden conectarse a computadoras para que las imágenes lleguen directamente a los personajes. Si se fija una cámara de este tipo a la chaqueta de un vampiro, éste acabará haciéndoles a los cazadores una visita guiada a su refugio. Los filtros de visión térmica, usados en conjunción con otros aparatos de visión, pueden servir para identificar vampiros. Si alguien aparece en las imágenes de una cámara normal, pero no en las de una térmica, entonces no tiene calor corporal y probablemente esté no-muerto… o algo peor. Es posible adquirir micrófonos, aparatos para realizar escuchas telefónicas y otros dispositivos de espionaje con los que los cazadores pueden escuchar las conversaciones de los vampiros, lo que a su vez les permite planear sus misiones con mayor precisión. También resultan ser una enorme amenaza para la Mascarada, de modo que los Vástagos paranoicos (es decir, los del tipo más peligroso) prefieren tratar los temas espinosos en la seguridad del Elíseo. Colarse en el Elíseo y convertirse en una mosca en la pared sería una mina de información para los cazadores y, al haberse abaratado y miniaturizado esas tecnologías, esconder una cámara web en un lugar así es rápido y fácil. Por supuesto, sigue siendo necesario entrar en él, saber cuándo es probable que los vampiros estén presentes y que la cámara tenga un sistema de sonido suficientemente bueno como para ser útil.
Esto te Viene Grande
Una cosa más: los vampiros tienen una sociedad cuyo nombre viene del primer vampiro: Carmilla. Es compleja, antigua y no tenemos ni puta idea de cómo funciona (hablo de los que aún tenemos pulso). La mala noticia es que los vampiros van a cerrar filas en cuanto sepan que los vivos los están cazando. Yo no sé mucho, pero he oído lo suficiente como para saber que, aparentemente, ellos (su sociedad en conjunto) ya han tenido problemas con gente que estaba en el ajo antes, y que ni por asomo van a dejar que la verdad salga a la luz. Así que, si se corre la voz de que vas a por los chupasangres, te encontrarás con una situación tipo “yo, mi hermano y mi primo contra el forastero”. La buena noticia es: los vampiros se odian. Son depredadores que compiten por la comida (esos somos nosotros) y por eso tienen muy arraigado el instinto de eliminarse unos a otros. Sí: si saben que existimos, se unirán para matarnos pero, si no, puedes identificar a un par y observarlos: verás que se van a joder los unos a los otros por… lo que sea que usen como moneda. Aún no he averiguado qué es. Pero nunca, por ninguna razón, no importa lo que un vampiro te prometa, no creas en él.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario